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Policías y militares aún aplican tortura

Superiberia

México.– Luego de ser torturada en la base naval, lo que incluyó una agresión sexual en su contra, fue puesta a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR).

Desde entonces, Claudia enfrenta procesos por delitos graves, pero según lo que Amnistía ha constatado en el expediente judicial, estos cargos contra ella se derivan del arresto arbitrario y la tortura que sufrió.

“La PGR está actuando de manera contraria a los estándares nacionales e internacionales de derechos humanos.

Debe desistir de esta persecución penal e investigar inmediata e imparcialmente a quienes torturaron a Claudia Medina”, comentó Guevara al respecto.

Otro caso que refleja la proliferación de esta problemática es el de Ángel Amílcar Colón Quevedo, un migrante hondureño de la comunidad Garífuna, quien lleva cinco años encarcelado injustamente.

En 2009 lo detuvieron en Tijuana mientras esperaba cruzar la frontera. Ángel sufrió tortura y maltrato por parte de policías estatales y militares con un aparente motivo de discriminación por su origen étnico.

De acuerdo con Amnistía, la Procuraduría de la República, que ahora encabeza Jesús Murillo Karam, se ha servido de la declaración obtenida mediante la tortura para procesarle, pero hasta ahora no ha investigado su denuncia de tortura.

Algo similar le ocurrió a Germán Heredia Rebollar, quien fue condenado por supuestamente estar involucrado en un secuestro en la Ciudad de México, después de su detención y tortura en junio de 2011.

Germán fue sentenciado a 80 años de prisión pese a las irregularidades en su procesamiento, incluso existe evidencia de que policías ministeriales lo llevaron, recién torturado, ante su madre para coaccionarla a realizar una declaración que incriminara a su hijo. “Claudia Medina, Ángel Colón y Germán Heredia son tres de las muchas víctimas de tortura que han denunciado los abusos en su contra.

Pero la gran mayoría de las víctimas sufre en silencio, muchas de ellas en prisión, porque no tienen los recursos o no sienten se les proporciona la seguridad necesaria para denunciar, y porque saben que con toda probabilidad su denuncia no será investigada con seriedad”, denuncia Amnistía este día a través de un comunicado de prensa.

 

MITOS FALSOS SOBRE LA TORTURA

 

Amnistía indicó que los actos la tortura se han incrementado en todo el mundo por cinco mitos falsos generalizados, con los que en cierta manera se trata de justificar dicha actividad, los cuales son:

* La tortura se usa sobre todo contra presuntos terroristas y en la guerra. Falso, las investigaciones de AI muestran que la tortura y otros malos tratos son un problema en muchos países que sufren amenazas para la seguridad nacional, reales o percibidas, incluido el terrorismo.

* La tortura es la única forma de obtener información con rapidez. Falso, subrayó AI, los Estados cuentan con una enorme diversidad de formas de recabar información sobre delitos —tanto cometidos como planeados— sin perder su humanidad.

* Algunas formas de tortura no son tan malas. No. “No hay niveles de tortura. Su definición legal es un acto por el que se inflige intencionadamente dolor o sufrimiento severo, sea físico o mental, a una persona para castigarla o para obtener información”.

 

agencia

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Como siempre, ahora resulta que los malos somos nosotros