Juan Meza
el buen tono
Amatlan.- El gobierno morenista de Amatlán continúa sin poder solucionar el problema del desabasto de agua en las diversas comunidades y localidades que lo conforman, pese a contar con varios nacimientos de agua, pareciera que al Presidente Municipal poco y nada le importa.
Activistas lamentan que Luis Arturo Figueroa Vargas actúe con resentimiento hacia su pueblo al impedirle vender o llevarse el agua a Córdoba para satisfacer proyectos empresariales, que para ellos sí hay agua y recurso, sin embargo a la población la mantiene sin el servicio de agua potable en esta época de estiaje, en donde los únicos beneficiados son particulares que con pipas hacen su agosto con la venta de agua.
El problema de agua es aprovechado para los intereses de particulares que saquean agua y cómodamente la venden a quienes padecen del vital líquido, costos desde los 300, 500 y 700 pesos, dependiendo del grupo de vecinos que se juntan para poder pagarlas.
A esto se le suma la falta de proyectos que dejan un panorama incierto para el campo, el cual en un futuro podría vivir la catástrofe del cambio climático; activistas lamentan que a casi cuatro meses de esta administración no tengan contemplado un programa de reforestación, muchos que peleaban por el agua hoy callan por un puesto y un sueldo al interior del gobierno morenista de Figueroa.
El saqueo que sufre en su afluente el Río Atoyac, que nace en la comunidad de Ojo de Agua Chico y que deriva en su cauce por diversos municipios, ha provocado un conflicto de intereses y peleas entre particulares, los cuales solo ven un beneficio propio y dejan de lado a este vital manto acuífero.