La aparición de Gerardo Buganza en las redes sociales con claras alusiones al 2016 ha desatado toda una serie de rumores y especulaciones a nivel de los políticos priístas y panistas (que son los únicos que pueden aspirar a ganar la gubernatura en el 2016.
En principio es innegable que es de los pocos funcionarios que trabaja de tiempo completo, con muy magros resultados por la falta de recursos y la depredación sobre un depauperado presupuesto. Tampoco se puede negar que no es bien visto por sus compañeros de gabinete y mucho menos por los simpatizantes rojos, pero tampoco por los azules… ¿O es un falacia?
Desde que fue secretario de gobierno estableció lazos con cuanta persona se le acercaba para ser atendida. Su manera de hacer política fue la de atender y bien, a todo mundo. Pero con un grave error en mi opinión, no estableció compromisos con nadie. Todos los demás aspirantes (salvo Héctor Yunez) van generando relaciones con compromisos políticos.
¿Cuál será la razón por la cual sale este pre-destape? Las razones son muchas. La primera es que Miguel Ángel Yunes del PAN azul le ganó todo en el estado a los representantes del PAN rojo. Cordero a pesar del apoyo desde palacio de gobierno no ganó en Veracruz, y Miguel Ángel se posiciona como el líder natural del PAN en Veracruz. Y son enemigos acérrimos. También puede salir como candidato de alguno de los partidos morralla, con el fin de debilitar al candidato del PAN azul, o jugar a ser figura estatal, y poder inclinar una vez más la balanza a favor de quien él apoye.
Hay que considerar que mientras en el D. F. Héctor y Pepe Yunes tienen relaciones de primer nivel con quien podrá decidir la sucesión en Veracruz por parte del rojo. Existe la posibilidad de una pérdida negociada del estado, a favor de grupos de derecha disidentes del PAN, con lo cual, la presión de tener un ejecutivo ¨ejecutivo¨ puede ayudar a que Gerardo tenga posibilidades.
Otra opción es la posibilidad de que exista una gubernatura de dos años la cual puede ser negociada a favor de Julen Rementería, lo cual permitirá demostrar que en Veracruz hay alternancia, para que luego llegue el elegido de los Pinos por parte del rojo y recupere el estado para el rojo. Esos dos años, también podrían ser para Gerardo Buganza, como un candidato opción por fuera del rojo y el azul, quizá incluso apoyado por Dante Delgado y su partido, ese mismo que le hizo la chamba cuando compitió contra Fidel Herrera. Así es la política.
Mientras tanto, Erick Lagos sufre por la presencia creciente del subsecretario de gobierno, pero cifra sus esperanzas en ser un excelente generador de votos si logra conseguir la candidatura para diputado federal por su distrito natal. El cisne, la tiene muy difícil en comunicación social, pues en Veracruz la opinión pública ya no la dirigen los medios de comunicación, y no hay manera de controlar a las redes sociales, y una ciudadanía que exige y exige a un estado casi en bancarrota, que no puede pagar ni sus pasivos corrientes, mucho menos generar obra pública y atención ciudadana.
Pepe Yunes le apuesta a su relación con Videgaray y su cercanía con los Pinos, pero si Luis no reconoce que se equivocó con la reforma fiscal, cada día está mas cerca del precipicio, lo cual puede cambiar el destino de Pepe. Héctor por su parte, tiene una red a nivel estatal muy importante, y su relación con el grupo de Manlio Fabio, lo cual es al mismo tiempo su fortaleza y su debilidad, pues si bien se le reconoce inteligencia y capacidad, también se le conoce por ser una persona que se dedica a lo suyo, sin preocuparse por los demás, y eso los veracruzanos no lo perdonan.
En el Azul todo dependerá de cómo se maneje la sucesión de Madero después de las elecciones federales. Si puede designar a su heredero, las candidaturas pasarán por el filtro de Miguel Ángel, quien tiene toda la capacidad y nivel en la política nacional para pactar con quien sea, incluso con el secretario de gobernación. Si por el contrario, el grupo Calderonista o algún otro grupo que surja le arrebatan el CEN del PAN a Madero, las cosas pueden cambiar, pero la simpatía que tiene Madero en los Pinos augura que serán ellos los que rijan en el PAN durante este sexenio. Lo cual son malas nuevas para el PRI veracruzano.
Todo un horizonte de escenarios, que poco a poco se irán despejando, hasta concentrar el fuego en unos cuantos leños, que demostrarán si saben arder como ocote, o como leña verde. Mientras tanto, Veracruz seguirá con carencias, y Javier Duarte seguirá sufriendo al administrar las carencias heredadas y generadas.
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