Mariana G. Hernández
El Buen Tono
ORIZABA.- La ciudad de Orizaba registra actualmente dos fenómenos, uno enfocado en atraer turismo con una oferta cultural inventada, como los dinosaurios y cocodrilos que trajeron de otros lados y que no representan en nada a la ciudad y, por otro lado, lo que realizan las verdades instituciones y grupos étnicos, desarrollando propuestas de cultura local y artística, donde encuentran espacios dignos de reconocerse, y que sí van enfocados a la realidad de la ciudad.
Agustín García Márquez, profesor de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) en Orizaba, explicó que la pandemia al principio vino a trastocar todos los programas de cualquier orden, y en el caso de Orizaba y su denominación de “Pueblo Mágico” está enfocado hacia un objetivo económico.
Comentó que existen profesores que han realizado estudios serios sobre su idioma y estas actividades las realizan de manera cotidiana con sus alumnos mientras que lo de Pueblo Mágico “es algo más artificial”.
“Están estos dos movimientos en Orizaba, una actividad cultural que viene de muy lejos y este proyecto reciente para turismo”, acotó.
Manifestó que lo que conocemos como cultura popular en Orizaba son actividades sólidas, pero lamentablemente son “poco visibles”, y como ejemplo citó los festivales escolares, del 12 de diciembre e incluso las fiestas de 15 años son tradiciones de esta ciudad, han mantenido este tipo de tradiciones culturales locales, muy independiente de lo que se ofrece el turismo.
Finalmente, comentó que los trabajos que realizan particularmente los maestros en zonas indígenas no se perdieron acusa de la pandemia, por el contrario las propias comunidades se resguardaron y se cerraron para las personas de fuera, quienes vivieron sus tradiciones y el verdadero problema inicia cuando comienzan a llegar foráneos.