Sandra G. Tehuintle
El Buen Tono
ORIZABA.- A 76 años de haber estado con las puertas abiertas, este lunes 21 de febrero personal de la librería Garcilazo ha anunciado el cierre definitivo.
El cronista de la región, Armando López Macip, guarda entre sus recuerdos a un Francisco Gabilondo Soler “Cri-Crí” detrás del mostrador, pues era asiduo a pasar tiempo con los integrantes de la familia.
Manifestó que la
sucursal más antigua estaba en la Oriente 4, ahí antes de que iniciara el ciclo escolar, cuando era en el mes de febrero, se podían ver las
filas interminables para comprar los libros de texto que encargaban en las escuelas, padres que pasaban toda una noche formados.
Explicó que desde hace 18 años en la librería venían luchando para sostenerse, después de que las editoriales empezaron a vender su material didáctico directamente en centros escolares, incluso obligaban a los papás a comprarlos así, “dejó de ser negocio y hay que entender que el comercio vive de las ventas”.
“A ellos les pegó desde hace tiempo, antes la distribución la tenían las librerías, entonces, fue lo que realmente vino a generar la problemática y tiene como 20 años, se aguantó lo que pudo y yo lo lamento porque ahí se vendió mi primer libro, el del exconvento de San José de Gracia, ahí estuvo a la venta”, relató López Macip con nostalgia.
Recordó que en su historia tiene 12 libros de investigación, los cuales siempre estuvieron a la venta en este negocio, por lo que con tristeza comentó, “se van perdiendo puntos de venta de la difusión de la cultura y sí lo
lamento mucho”.
Indicó que escribir un libro y en su caso 12, “es una satisfacción que tengo porque es producto de investigaciones históricas, perder un punto así es lamentable, a nombre de los que hacemos los libros, porque el que escribe libros también lee muchos libros, porque nadie puede ser escritor sino es un buen lector”.