Ixhuatlán del Café.- Tras permanecer tomado el Ayuntamiento por más de 24 horas, el alcalde Enrique Hernández Delín dio la cara ante los inconformes, sosteniendo con ellos, y con la presencia de representantes del Gobierno estatal, una tensa negociación donde ambas partes se acusaron de diferentes amenazas.
Alrededor de las 15:30 horas, Hernández Delín arribó al Palacio Municipal escoltado solamente por uno de sus guardias personales. Detrás de él caminaban representantes de Gobierno del Estado. Al bajar de su unidad, se le notó pensativo, preocupado tal vez. Caminaba cabizbajo, pero aprisa. Subió las escaleras mientras el pueblo lo observaba. Nadie dijo una sola palabra, un silencio agonizante. Él siguió su rumbo todo en calma, en la multitud se oyó que alguien gritaba “saluda Gallo”, levantando su mano con una aire de tristeza, de desilusión.
Los manifestantes abrieron las cadenas; acto seguido, el secretario Galán Piña accedió al inmueble, seguido por Hernández Delín y su guardaespaldas. Tras de ellos, los líderes de este movimiento, y al final, los representantes del Estado. Nadie habló, se trataba de una peregrinación que tenía como destino la sala de juntas, pero sin palabras ni miradas.
Entre la multitud, alguien dijo: “ese era mi ‘Gallo’, me está fallando”. Tras bajar la voz, dijo susurrando: “yo confié en él, le di mi voto, espero cambie esto, soy de su pueblo, él salió y ahora es gente de respeto, que no nos ignore, que no olvide sus raíces, su gente, su pueblo”. Miguel, quien dijo esto, también comento que Hernández Delín prometió ayudar al campo para que no tuvieran que irse del pueblo y que tendrían mejores oportunidades, pero ahora le está fallando.
Irvin Marcel
El buen tono