China celebraba el martes el Año Nuevo Lunar a pesar de las restricciones por la pandemia del coronavirus, y pequeñas multitudes se reunieron a las puertas de los templos cerrados para las tradicionales oraciones por el Año de Tigre.
En el templo Lama de Beijing, docenas de personas oraron ante la ornamentada puerta oeste del santuario budista tibetano, que antes de la pandemia solía estar abarrotado de fieles.