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El minutero

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¡LIBERTAD!

 Respecto al festejo del Día de la Libertad de Expresión celebrado el pasado fin de semana, quedó pendiente, por falta de espacio, citar a manera de obsequio para todos los que hacen periodismo desde reporteros hasta fotógrafos, camarógrafos, editores y columnistas la versión latinoamericana del poema  “Liberté” del escritor francés Paul Éluard, publicado en 1942 en plena ocupación nazista en Europa y que a 72 años  su contenido sigue inflamando la rebeldía y los movimientos populares en todo el mundo.

En América Latina la versión musicalizada por el cantautor ítalo-argentino Gian Franco Pagliaro se volvió un himno entonado como acto de resistencia y protesta durante épocas oscuras, como la que actualmente atraviesa México y Veracruz. El mensaje del poema es para todos, no solo para los dedicados a los medios informativos sino también para los ciudadanos en general, pues la ola de violencia que castiga al país ha despojado a la mayoría de ese bien precioso, la libertad.

La libertad no solo para publicar o decir lo que se piensa sino incluso para salir a la calle porque hay miedo de ser agredido y ese despojo también  va acompañado con la angustia de ver caer o desaparecer a nuestro alrededor a seres queridos: familiares, vecinos y amigos. A muchos se les ha robado  la libertad de nombrarlos abiertamente y exigir que aparezcan, que los regresen o gritar el nombre de los responsables, de los que se los llevaron. La libertad robada da como consecuencia poblaciones enteras invadidas y dominadas por la inseguridad y el terror, como actualmente ocurre en Córdoba y la región.

 Va pues, el poema-canción de Paul Éluard: “Por el pájaro enjaulado,/ por el pez en la pecera,/ por mi amigo que está preso (muerto)/ porque ha dicho (ha escrito) lo que piensa./ Por las flores arrancadas, / por la hierba pisoteada, por los árboles talados, / por los cuerpos torturados,/ yo te nombro: ¡Libertad!. / Por los dientes apretados,/ por la rabia contenida,/ por el nudo en la garganta,/ por las bocas que no cantan./ Por el beso clandestino,/ por el verso censurado,/ por el joven exilado, / por los nombres prohibidos,/ yo te nombro: ¡Libertad!.

 Por la idea perseguida,/ por los golpes recibidos,/ por aquel que no resiste,/ por aquellos que se esconden./ Por el miedo que te tienen,/ por tus pasos que vigilan,/ por la forma en que te atacan, / por los hijos que te matan,/ yo te nombro: ¡Libertad!. / Por las tierras invadidas,/ por los pueblos conquistados,/ por la gente sometida,/ por los hombres explotados./ Por los muertos en la hoguera,/ por el justo ajusticiado, / por el héroe asesinado, / por los fuegos apagados,/ yo te nombro: ¡Libertad!.

Te nombro en nombre de todos/ por tu nombre verdadero,/ te nombro cuando oscurece,/ cuando nadie me ve./ Escribo tu nombre en las paredes de mi ciudad,/ tu nombre verdadero,/ tu nombre y otros nombres que no nombro… por temor…”

 

LA PAZ DE CADA DÍA

Por cierto, ayer por la noche se habría realizado la segunda marcha por la paz en esta ciudad, la cual portaría el lema “La unión por un Córdoba seguro”, de acuerdo a la convocatoria lanzada por los organizadores. Y como en la primera caminata que se hizo el 21 de mayo también tiene una lectura obligada: los cordobeses se han animado a salir a las calles para demandar pacíficamente el predominio de la ley y clamando por la paz que, al igual que la libertad, es otro de los tesoros perdidos en el contexto actual.

La segunda marcha de los cordobeses se da a unos días de que se activó el operativo “Blindaje Córdoba”, lo que significa que los frutos de tan pomposo entuerto no se ven. En fin, la movilización ciudadana en demanda de paz es justa y es necesaria porque como diría nuestro poeta mexicano Amado Nervo: “hay algo tan necesario como el pan de cada día y eso es la paz de cada día. La paz sin la cual el pan es amargo”.

 

LLUEVE SOBRE MOJADO

 Ya llegó la temporada de lluvias y ya hay daños por toda la entidad. Los aguaceros del fin de semana dejaron afectaciones en al menos una docena de municipios y perjuicios a cientos de familias cuyas viviendas, siembras y animales domésticos se anegaron además de  que hubo algunos casos espectaculares como la volcadura y hundimiento de transportes de carga y pasajeros. 

El sábado pasado, las precipitaciones pluviales provocadas por la tormenta denominada 90L dañaron de nueva cuenta varios poblados de  Altotonga. No hay que olvidar que en septiembre del 2013 los mismos lugareños de Xaltepec encararon a los funcionarios estatales y les reclamaron el incumplimiento en las obras de la reparación de caminos y puentes prometida desde el 2010. Ahora ya es la temporada pluvial del 2014 y nada. Los pobladores tendrán que conformarse con rezar y huir a donde puedan  cada vez haya un aguacero.

Otro caso dramático lo viven las familias de la comunidad Tecoac, en Coscomatepec, donde también en septiembre del 2013 el deslave de un cerro conocido como El Boquerón sepultó varias viviendas y dejó un saldo de 13 personas muertas –ocho menores de edad y cinco mujeres-. De la misma forma que en Altotonga, a los deudos de las víctimas se les prometió apoyo, específicamente para recuperar sus viviendas que serían levantadas en sitios seguros pero han nueve meses sin que eso haya ocurrido.

A la fecha las familias  siguen viviendo en las instalaciones de la agencia municipal del lugar y otras en corredores de casas de vecinos que aceptaron que permanecieran unos días allí, los cuales ya se convirtieron en meses. Las condiciones en las que viven esas personas  son paupérrimas: no tienen agua potable y en el mejor de los casos dependen de que les obsequien el liquido sus anfitriones, tampoco cuentan baños que garanticen la higiene, cocinan en pocilgas improvisadas y además  tienen que mendigar apoyos para alimentarse.

En efecto, hay un proyecto en curso para levantar las viviendas pero éste no viene de las autoridades sino de la organización “Iniciativa México” que patrocina Televisa y otros medios de comunicación de la capital del país, aunque las casas no están terminadas y a los lugareños literalmente les llueve sobre mojado. De parte del ayuntamiento de Coscomatepec que preside el priísta Manuel Álvarez Sánchez siguen emitiendo promesas sin ejecutar ninguna acción.

Así por ejemplo, el pasado 3 de abril Álvarez Sánchez difundió que apenas se había reunido con la titular de la Secretaría de Protección Civil, Nohemí Guzmán para ver si “en los próximos días se da inicio a la construcción de viviendas”, y aún más, señaló que esperan que el congreso local autorice la utilización de un terreno propiedad del ayuntamiento para tal efecto. Es decir,  el edil se intenta sacudir de esa responsabilidad y “le tira la pelota” a los  perezosos diputados,  y en tanto, se cruza de brazos sin hacer nada por esa pobre gente.

Como se ve que este junior advenedizo no sabe lo que es carecer de un techo bajo el cual  guarecerse

 Otros a los que tampoco les preocupa la tragedia ni la necesidad de los damnificados son el inefable Jorge Carvallo Delfín, secretario de Desarrollo Social y el titular del Instituto Veracruzano de la Vivienda, Enrique Nachón  García, quienes el pasado 23 de abril aseguraron  que ahora si va en serio la promesa la construcción de viviendas…¡a nueve meses de que las familias se quedaron en el desamparo!!.

Ahora, las tempestades están de nueva cuenta sobre la zona serrana  de Coscomatepec  donde no existe ni la infraestructura prometida ni se ha realizado la reubicación de otros pobladores que habitan sitios de alto riesgo  como lo anunciaron el año pasado. No solo es un caso de negligencia o desidia sino hay un trasfondo más perverso pues tanto en Coscomatepec como en Altotonga se declaró “zona de desastre” en el 2013, y ambos municipios entraron en el registro del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden).

Lo anterior implica que se autorizaron recursos financieros para costear la reconstrucción de la infraestructura pública dañada y apoyar a los habitantes afectados.

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