La española María Ángeles Durán posee un documento legal que la reconoce como dueña absoluta del sol desde 2012, cuando fallaron a su favor por la magnífica idea de fraccionar al astro luz y comenzó a implementar la venta de parcelas, punto en el que su negocio se detuvo.
La mujer, de acuerdo con las autoridades españolas que le siguieron el juego, tuvo que esperar 365 días para ver si, en los millones de años que tiene brillando, al sol le salía otro dueño. Y como no, pues se le dio la potestad a la española.
Con esta paciente espera, María Ángeles Durán se adjudicó legalmente al sol como parte de su propiedad.
El Juzgado de Primera instancia número 5 de Alcobendas, en Madrid, se declaró competente para juzgar la demanda presentada por Ángeles Durán, la gallega dueña del Sol, y le dieron derechos legales, es decir, le dieron capacidad legal para accionar a conveniencia.
Uno de los obstáculos de los que ha salido bien librada tienen que ver con demandas en su contra, pues si el sol tuviese dueña, su propietaria comenzó a recibir llamadas que le advertían acusarla de los diversos problemas que los rayos ultravioleta causan.