De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- Juan Martínez Flores, alcalde cordobés, está a nada de romper récord, pues aún no cumple dos semanas en el puesto y ya desilusionó a sus votantes.
¡Y cómo no! Pues le han llovido críticas y más críticas por haber contratado en el área de Seguridad a Juan Manuel Arzola Hernández, a quien medios de comunicación y ciudadanos señalan de haber estado preso durante cuatro años por secuestro en el norte del país.
Y es que el municipio cordobés ha estado bajo la inseguridad padeciendo secuestros y extorsiones de los grupos delincuenciales.
Pero no es de sorprender que Martínez Flores no sea sensato con sus decisiones, pues en el año 2017, cuando contendió por primera vez por la alcaldía de Córdoba fue apoyado por Jesús Aíza Kaluf, apodado “El Sirio”, quien durante el gobierno de Fidel Herrera Beltrán fue delegado de la Secretaría de Seguridad Pública en Fortín y luego, en la administración de Javier Duarte, fue subdirector de Operaciones de la SSP; tiempo después Aíza se fue al municipio de Benito Juárez, Quintana Roo, donde fue secretario de Seguridad Pública hasta 2014.
Fue en febrero del año pasado cuando Milenio informó que el gabinete de seguridad del Gobierno Federal había detectado una red de políticos pertenecientes a los PVEM, PRI, PRD, PT y Morena -así como funcionarios de la Fiscalía quintanarroense- que presuntamente protegían y colaboraban con la mafia rumana liderada por Florian Tudor, alias “El Tiburón” o “Rechinu”, la cual se dedicaba a clonar tarjetas bancarias de turistas, al tráfico de personas para explotación sexual y a la extorsión a comerciantes de la zona.
En la investigación publicada por el medio, también se informó que en el gabinete de seguridad, el nombre de Aíza Kaluf figuraba en las investigaciones como accionista de tres empresas, pero sobre todo por haber abogado ante la FGR a favor de Tudor y Adrián Cosmin, su principal socio, a los que la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda ya les había congelado 79 cuentas bancarias.
Todo apuntaba que en esta red de protección estaban no sólo exgobernadores como Félix Arturo González Canto y Roberto Borge -amigo de Duarte y su vocero Alberto Silva, además de diputados del Partido Verde y exalcaldes priistas y perredistas de esa entidad del Caribe mexicano, sino también operadores y militantes del Partido del Trabajo y de Morena, señalando específicamente a René Bejarano como uno de los principales vínculos del rumano Tudor, quien desde Cancún logró tejer en 14 estados una red de funcionarios y empresas fantasma que, según información del FBI y la DEA, le permitieron operar en al menos 15 países.
De acuerdo con dicho documento confidencial, a través de varios de sus colaboradores Bejarano utilizó a Morena e incluso, habría usado el nombre del presidente López Obrador para estafar a ciudadanos y empresarios de Cancún.
Ahora, los opositores del doctor Martínez Flores refieren que a su clínica particular Santa Elena recurrían durante la época de Fidel Herrera “Los Zetas” para curar a sus jefes y sicarios que resultaban heridos.
