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El Día de Reyes tiene su origen en la Biblia católica, narra la visita de los Magos del oriente entregando ofrendas —oro, incienso y mirra— que recibió el Niño Jesús, conocido como la Epifanía, que es la manifestación de Jesús a los pueblos que no lo conocían ni habían oído hablar de él.
Se celebra el 6 de enero porque la adoración de los Reyes Magos se produjo 13 días después del nacimiento de Cristo.
La madrugada del 5 al 6 de enero se produce la magia. Melchor, Gaspar y Baltasar entrarán en las casas de los más pequeños para cumplir con sus deseos y dejarles los regalos que han pedido en sus cartas… y un poco de carbón a aquellos que se hayan portado mal.
Los niños saben que este año debido a la pandemia sus majestades de Oriente apenas podrán hacer cabalgatas para evitar contagios en las aglomeraciones. Desde entonces se ha preferido videollamadas, pero que nadie se preocupe: los Reyes Magos llegarán.
Eso sí, como sabemos que tienen mucho trabajo, van algunos consejos sobre qué dejar a los Reyes Magos debajo del árbol, en la terraza o en el salón.
Qué dejar a los Reyes Magos para que repongan fuerzas: -Es importante saber que los Reyes Magos son muy golosos, así que algo de turrón o chocolate que haya quedado de las Navidades no les vendrá nada mal.
-En noches frías como las que tenemos, un poco de leche caliente les puede hacer entrar en calor, y si papá y mamá se animan, un licorcito tampoco les vendrá mal.
-No hay que olvidarse de que los Reyes no viajan solos: sus camellos son protagonistas, así que no olvidemos un barreño con agua para sus monturas.
-Tampoco está de más acordarse de los niños que la pasan peor en otros lugares del mundo y dejar una nota a los Reyes pidiendo que también envíen algunos regalos a esos niños más necesitados. Quizá los Reyes dejen a tus padres una dirección, una tarjeta de una ONG para que puedan hacer una donación para
ayudarles a otros niños.
