Mientras la variante Ómicron alarma al planeta, preocupa su virulencia, difícil detección y menor tiempo de incubación, a las autoridades de Salud la situación les tiene sin cuidado y ayer permitieron que cientos de personas llenaran el tianguis, se expusieran al contagio y generaran caos vehicular.
Activistas manifestaron lo anterior y añadieron que la venta previa a la Navidad se llevó a cabo sin protocolos sanitarios, muchos de los asistentes transitaron por los locales sin cubrebocas, nadie respetó la sana distancia y se hizo realidad lo de prohibido prohibir.