Nahúm Bastian
El buen tono
CÓRDOBA.- La situación para los vendedores de musgo y heno es preocupante, luego de que dieran a conocer que sus ventas no repuntaron como esperaban desde el inicio de este mes, lo que denota una pérdida de la tradición del nacimiento y la colocación del Niño Dios.
La comerciante Ericka Bernabé, vendedora de pascle, manifiesta que desde el año pasado comenzó a decaer también la venta del musgo, pirul y aserrín, materiales que en antaño eran requeridos para los nacimientos que se instalaban en las casas en fechas decembrinas, no obstante, la llegada de la pandemia afectó notoriamente su
comercio.
“A veces la falta de tiempo y tener que trabajar más h oras hace que la gente no quiera poner el nacimiento porque, imagínese, los gastos para poner el arbolito y todavía el nacimiento, la gente va perdiendo el interés y con ello la tradición de acostar al Niño Dios”, señaló.
Hay montoncitos de a 15 y 20 pesos, paquetes de hasta 100, pero la apatía de la población ante esta tradición que llena de alegría y crea un ambiente de paz en los hogares cada vez va en declive. “Hay veces que sólo vendemos 200 pesos y para estas fechas antes era el doble o triple por día, todo está caro y la gente tiene otras cosas que comprar”, lamenta Ericka, quien durante cuatro años se ha dedicado a la venta de productos relacionados, que le da un toque de realismo al paisaje que evoca el nacimiento de Jesús, parte fundamental del pesebre, piso y el techo del portal.
El costo del transporte y demás viáticos, los comerciantes procedentes de Tierra Blanca, otros más de Huatusco y Coscomatepec, no logran reunir lo suficiente para llevar a casa el sustento, por ello hacen un llamado a la población para que mantengan viva esta tradición.
