México, D.F.- El cardenal Norberto Rivera Carrera agradeció a la Virgen de Guadalupe, la misericordia y piedad que ha tenido con el pueblo de México y elevó sus oraciones para que “libere a su pueblo de toda ceguera, de las tinieblas del crimen” y de la violencia. Asimismo que los libere de “los secuestros, del asesinato, a quienes adoran los ídolos del sexo, del dinero, del poder, del poseer; ídolos que destrozan el corazón que Dios ha creado a imagen y semejanza suya y que despedazan en el templo del Espíritu Santo casita sagrada del amor”.
Al encabezar la Misa de las Rosas con motivo del 481 Aniversario de las Apariciones en el Tepeyac y acompañado por el representante del Papa en México, el nuncio apostólico, Christophe Pierre, aseguró que el mundo requiere más que nunca, del mensaje de salvación de la guadalupana y “vivirlo hasta lo más profundo del corazón”.
Ello, “tanto en esta Tierra Sagrada del Tepeyac, como de la Tierra Santa donde se dio aquel encuentro de las dos mujeres que vivieron el milagro de la vida, una tierra que ahora sufre y se desangra con el odio y la división, una Tierra Santa que entre violencia y destrucción sólo ha quedado la desolación”.
En una Basílica de Guadalupe llena en su máxima capacidad, el arzobispo primado de México, hizo votos para que en esta fiesta católica, “seamos conscientes y vivamos en el amor de ser una sola familia, en donde no hay más miedos ni temores, ni fatalismo, ni desgracias”.
La ceremonia fue celebrada por los ocho obispos auxiliares de la Arquidiócesis Primada de México, la más grande del mundo, así como por 80 sacerdotes mexicanos y extranjeros.
Agencias