Juan José Enríquez
El Buen Tono
Orizaba.- Tan sólo en 2018 por la renta de vientres maternos o maternidad subrogada a nivel mundial, dejó como ganancia 6 mil millones de dólares, por lo que las grandes potencias le han apostado más a la explotación reproductiva de sus mujeres, señaló la investigadora española Nuria González.
La también escritora dijo que este es el negocio más grande donde hay muchos intereses únicamente para ganar ese dinero y lo hacen aprovechándose de la desigualdad y pobreza de las mujeres.
“Hay cero ética en esto, porque la materia prima de este negocio es la pobreza femenina y la desigualdad social, que haya gente haciendo auténticas fortunas basándose en las mujeres pobres y la verdad que no debería permitirse”.
La investigadora comentó que no hay registro del número de muertes que ha ocasionado la renta de vientres, pues comentó que no es obligatorio tener esas estadísticas.
“Muchas veces se habla de las consecuencias, pero es difícil, pues este tipo de prácticas ya se da en otros países como es Ucrania que está empezando a vislumbrarse algunos casos, incluso algunas han muerto y han sufrido consecuencias para su salud y algunas han tenido que gastar su dinero y cuidar las consecuencias que han tenido tanto físico y ni hablar de las secuelas psicológicas que sufren por vender a sus hijos al nacer”.
Dijo que esta trata de personas ha cambiado de hábitos durante la pandemia y está focalizado en países que no son para nada referentes de los derechos humanos, como en Ruanda donde ese país enfrenta una crisis económica y que las mujeres están pagando con su cuerpo, lo mismo ocurrió en Grecia en 2014 cuando la Troika legalizó el país por isla y se entendió que podían generar dinero a través de la explotación reproductiva de sus mujeres, sin importarles su salud física y psicológica.
