La NASA publicó el pasado 4 de diciembre un mapa animado que muestra el flujo del plástico oceánico y pone de relieve la magnitud de la contaminación de las aguas marinas a nivel mundial.
Tal representación se hizo posible gracias a un nuevo método de cuantificar los volúmenes de esa sustancia, desarrollado por un grupo de investigadores de la Universidad de Míchigan, en Estados Unidos.