“Desapercibido por la mayoría de los mexicanos, el 24 de octubre del año pasado la Comisión de Valores y Cambios de Estados Unidos, la Securities Exchange Commission (SEC), emitió un boletín donde notificaba que la multinacional Stryker, una de las empresas líderes en tecnología médica en el mundo, reconoció haber pagado sobornos a funcionarios del ISSSTE durante la administración de Miguel Ángel Yunes, que le permitieron ganar ilícitamente 2.1 millones de dólares. Para evitar demandas penales, la compañía le pagó al gobierno de Estados Unidos más de 13 millones de dólares. El asunto quedó zanjado. Allá, no en México.
El caso de Stryker no es el único de corrupción en México en el cual estuvieran involucradas multinacionales estadounidenses. En los últimos cuatro años, la SEC acusó a ocho empresas de sobornar a funcionarios mexicanos, para obtener contratos militares, petroleros, eléctricos, en el sector alimentario, médico, y para la obtención de permisos para abrir tiendas minoristas, por lo que han pagado millones de dólares al gobierno de Estados Unidos para que sus ejecutivos no pisen la cárcel, y destinado otros millones para el pago de indemnizaciones en México. Sin embargo, en el caso de Stryker, las cosas no han marchado por ese camino.
La SEC acusó a Stryker de haber pagado a funcionarios de México, Argentina, Grecia, Polonia y Rumania 2.2 millones de dólares de sobornos de agosto de 2003 a febrero de 2008, que la multinacional registró en sus libros como consultorías legítimas y contratos de servicio, gastos de viajes, donaciones filantrópicas y comisiones, “cuando de hecho los pagos eran realizados para obtener negocios o retenerlos”. Por eso, añadió la SEC, alrededor de 7.5 millones de dólares en ganancias ilícitas, resultaron de esos pagos efectuados durante lo que describió como “un periodo relevante”.
Stryker tiene su cuartel general en Kalamazoo, Michigan, y tiene una amplia gama de productos médicos que vende a través de subsidiarias y mediante intermediarios y distribuidores locales. En 2008 tuvo ventas por seis mil 700 millones de dólares, de las cuales el 36% se dieron fuera de Estados Unidos. Aunque la multinacional tiene políticas corporativas y directivas instrumentadas por los gerentes regionales en cada país, operan en una forma descentralizada donde el gerente local tiene la responsabilidad primaria del negocio. Las fallas en sus sistemas de supervisión y cumplimiento de sus normas, como sucedió con Citi en el caso de Oceanografía, abrieron la puerta de la corrupción estadounidense en el mundo.
De acuerdo con la SEC, entre marzo de 2004 y enero de 2007, la subsidiaria de Stryker en México –de la que tiene el 100% de las acciones-, hizo tres pagos a funcionarios de gobierno que proveen seguridad social a los empleados de gobierno, a fin de ganar las licitaciones para sus productos médicos, de donde obtuvo 2.1 millones de dólares en ganancias como resultado de los sobornos. La SEC no identifica por nombre la institución mexicana, pero de acuerdo con su descripción y funcionarios del gobierno actual, se trata del ISSSTE. El “periodo relevante” de sus ilegalidades, por tanto, se dio durante la dirección de Miguel Ángel Yunes.
En el documento de la SEC se mencionó que los pagos se dieron a través de terceros, y que hubo ocasiones donde se tuvieron que efectuar por chantajes de los funcionarios. Un caso fue en enero de 2006, cuando un ejecutivo del ISSSTE amenazó con revocar una licitación que había ganado Stryker, a menos que le pagaran un soborno. La multinacional contrató a un despacho de abogados, que no menciona, para realizar la operación ilícita, darle 46 mil dólares, y mantener el contrato. De esa operación, Stryker obtuvo ganancias por más de 1.1 millones de dólares. Por otro soborno de 34 mil dólares, consiguió uno más que le dio a ganar un millón de dólares. Es decir, los 2.1 millones de ganancias ilícitas, tuvieron un costo para la empresa de 80 mil dólares.
Stryker se declaró culpable en octubre, y la SEC le cobró la multa de 13 millones de dólares y liberó a sus ejecutivos de ir a la cárcel. En el caso de Stryker en México, donde compraron favores, ganaron dinero y salieron impunes, Stryker no ha pagado ninguna indemnización al gobierno mexicano o al ISSSTE, de acuerdo con funcionarios federales. Tampoco hay registro de castigo a sus ejecutivos deshonestos, o de consecuencias al interior de la paraestatal. El ISSSTE tiene todo el derecho de pedir indemnización a la multinacional y dar vista a la PGR para que investigue qué sucedió en aquél “periodo relevante” de corrupción. Lo que no debe seguir permitiéndose es la impunidad de empresas como Stryker que son atrapadas en actividades ilegales y que lejos de pagar por los delitos que cometieron, se les siguieron otorgando contratos”.
Texto de la réplica Lic. Miguel Ángel Yunes Linares a la Columna Estrictamente Personal deRaymundo Riva Palacio
Sr. Raymundo Rivapalacio.
Columna Estrictamente Personal
P R E S E N T E.-
Raymundo:
Da pena que un profesional como tú que en una etapa de su vida estuvo al servicio de la verdad, hoy venda su pluma al mejor postor para agredir a quién le soliciten.
La referencia a mi persona en tu columna de hoy se basa en una serie de mentiras y de inexactitudes que no tienen ni pies ni cabeza, y que sólo se “entienden” como un servicio prestado a quienes te contrataron para hacerlo.
Afirmas que en enero de 2006 un funcionario supuestamente del ISSSTE exigió una cantidad a cambio de beneficiar a la empresa Stryke, pero simulas no saber que en enero de 2006 yo no era Director General del ISSSTE, cargo que asumí once meses después, el 3 de diciembre de 2006.
Entre marzo de 2004 y enero de 2007, lapso en que según tu columna dicha empresa pagó sobornos a funcionarios mexicanos “de una institución que la SEC no identifica por nombre” pero que según tus conclusiones era el ISSSTE, yo sólo fui Director dos meses, diciembre de 2006 y enero de 2007, y no se llevó a cabo ninguna licitación en ese periodo por la sencilla razón de que diciembre es mes de cierre de ejercicio fiscal y en enero habitualmente no se generan recursos para siquiera iniciar procesos de licitación en ninguna dependencia pública.
Esos primeros meses de gestión el ISSSTE y sus funcionarios nos dedicamos a procesar la nueva ley que de aprobó los últimos días de marzo de 2007.
Tus “datos” son tan falsos y carentes de veracidad como los que has utilizado en otras columnas para agredirme.
Ya la ocasión anterior que fuiste contratado para agredirme te negaste a publicar la aclaración, espero que en esta lo hagas, no sólo porque es injusto e ilegal que quieras atribuirme conductas ilícitas, sino también porque a ti te convendría limpiar esa imagen de pluma al servicio de quien la contrata.
Espero que mañana publiques esta nota aclaratoria o, en caso contrario, si tienes algún elemento verdadero que me involucre en actos indebidos, lo des a conocer.
Es tiempo también de que los políticos pensemos en acudir a los tribunales para exhibir a quienes -como tu- hacen de sus espacios en los medios instrumentos de agresión al servicio de quien los pague.
Miguel Ángel Yunes Linares
27 de Mayo de 2014