LA MISMA GATA
Vaya que el gobernante en turno, Javier Duarte de Ochoa tiene mala suerte, tanta que no le cuaja ni la gelatina. Los esotéricos dirían que trae arrastrando mal acomodados los chacras –y las chanclas también por eso de los tropezones- pues nada le sale bien. El caso más reciente sucedió en Coatzacoalcos pues horas antes de que se anunciara un nuevo programa policiaco en Coatzacoalcos, al sur del estado, fue desvalijada la residencia de José Tubilla Letayf y María de los Ángeles Muñoz, tíos de su esposa Karime Macías Tubilla.
Es decir, su parentela política fue víctima de eso mismo que Duarte de Ochoa niega a los cuatro vientos: la ola delictiva que mantiene arrodillados a todos los veracruzanos. El asalto a la lujosa vivienda del matrimonio Tubillas Muñoz se dio la madrugada del lunes a pesar de que Coatzacoalcos estaba repleto de policías que resguardaban el Festival de la Salsa, lo que comprueba el fracaso del Mando Único Policial que, al igual que en Córdoba, donde tiene más de un año de haber sido instalado.
El mismo lunes, Duarte de Ochoa anunció el operativo “Blindaje Coatzacoalcos” con la llegada de más de 800 efectivos policiacos para combatir los actos criminales, uno de ellos contra los tíos de su esposa. Es más, para quedar bien con el jefe, el vocero estatal, Alberto Silva Ramos difundió en las redes sociales que uno de los objetivos de ese operativo era desmantelar las bandas de asaltantes de casas y presumió que ya se había capturado a una banda de diez ladrones. Así que a nadie le extrañe que los asaltantes de la residencia Tubillas sean atrapados en breve. Hay prioridad para ese caso.
Esto demuestra que el apellido y la parentela pesan. Si las víctimas de robo se hubieran apellidado Pérez, López, Ramos o Hernández nada se hubiera movido pero como fueron los tíos maternos de la primera dama estatal se movilizó todo el aparato. Sin embargo, como ya se dijo líneas arriba, la nueva ocurrencia llamada “Blindaje Coatzacoalcos” es muestra del malogro del llamado Mando Único Policial que le dio poderes extraordinarios a defeño Arturo Bermúdez Zurita titular de la Secretaría de Seguridad Pública pero con saldo desastroso porque la incidencia delictiva se disparó en lugar de disminuir, como sucedió en Córdoba.
En la Ciudad de los Treinta Caballeros se estrenó recientemente otro escapulario similar denominado “Región Segura” y un par de meses atrás en la conurbación Veracruz-Boca del Río se reciclaron los operativos “Vecino Vigilante” y “Policía en tu colonia”. ¿Han servido para paliar la criminalidad?. Los lugareños aseguran que no pues a diario padecen asaltos, extorsiones, amenazas, secuestros y homicidios.
Poco se va a lograr si no hay una depuración real de las corporaciones policiacas, si no se tiene la voluntad para combatir a la delincuencia, si no se combate la corrupción intestina en las instancias de gobierno que son garantes de impunidad, si no se asea y desinfecta a la Procuraduría de Justicia y adicionalmente si se mantiene a un funcionario tan ineficiente y cuestionado como Arturo Bermúdez. El gobernante en turno podrá sacar del sombrero más operativos y programas con nombres rimbombantes pero el pueblo no mueve su calificación: “es la misma gata pero revolcada”.
CABALLADA FAMÉLICA
Algunos dicen que el buscar candidatos venidos del altiplano es parte de la vieja ortodoxia priísta pero lo cierto es que al mencionar al subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela Rodríguez, al director del IMSS, José Antonio González Anaya –que se dice nació en Coatzacoalcos al igual que Aportela pero en su currícula oficial se afirma que es originario del Distrito Federal- y hasta el cartucho quemado de Ignacio Morales Lechuga, exprocurador General de la República (PGR) y que ya fue candidato a la gubernatura veracruzana en 1998, como prospectos para el 2016 son signos de la poca esperanza hacia los aspirantes locales.
Es decir, a nivel estatal a los que han levantado la mano para competir en los comicios que renovarán la gubernatura en un par de años no se les ve como prospectos de triunfo y de allí la insistencia para buscar opciones provenientes de la Ciudad de México. El Revolucionario Institucional no tiene la balanza a su favor en la entidad ni siquiera porque hay un gobierno priísta en la Presidencia de la República ya que la experiencia ciudadana por los malos gobiernos de la fidelidad y el actual, de la prosperidad, anticipan una posible derrota para las elecciones del 2016 como castigo ante los abusos y saqueos.
Es por eso que en Veracruz los augurios electorales no son buenos para el priísmo y mucho menos si caballada no solo está flaca sino esquelética. De ahí que se busca corredores externos y hasta resucitar a fantasmas del pasado por muy desacreditados que estén como el caso de Morales Lechuga. Tanta es la poca confianza en los militantes locales que el PRI invoca a Ignacio Morales mismo que en 1998 fue vetado por el PRD para contender por la gubernatura bajo sus siglas y tuvo que aceptar la nominación solo por el Partido del Trabajo, quedando en los últimos lugares pues se enfrentó al priísta Miguel Alemán y al panista Luis Pazos de la Torre.
Una de las razones por la que el Sol Azteca rechazó la postulación de Morales Lechuga –en ese entonces todavía el PRD salvaguardaba sus principios éticos- fue porque como procurador general de la República en tiempos de Carlos Salinas fue acusado de tolerar el tráfico de droga e incluso se hizo famoso con el caso del enfrentamiento a balazos entre militares y policías federales que disputaban un avión cargado de cocaína proveniente de Colombia y que aterrizó en una pista clandestina del poblado conocido como El Llano de la Víbora del municipio de Tlalixcoyan.
Ese hecho ocurrió en 1991 y el entonces subdelegado de la PGR en Veracruz, Fernando Vázquez Chelius, que estuvo procesado penalmente por tráfico de estupefacientes acusó al pozarricense de estar enterado y dar protección a las aeronaves que hacían trasiego de droga desde su despacho en la PGR. Ahora, trece años después el PRI lo desempolva mediáticamente y hay versiones que lo prepara para convertirlo en uno de los diputados priístas por la vía plurinominal en el 2015, lo que le daría la plataforma para los comicios del 2016 en Veracruz. A eso se le llama desesperación política.
PADRINO EN CRISIS
En este contexto no hay que perder de vista la crisis que está viviendo el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso pues en los últimos días ha recibido una andanada de descalificaciones no solo de los hombres del dinero en el país sino también de los extranjeros que son los que verdaderamente mueven los hilos financieros del país. Ante la evidente recesión económica, la SHCP ajustó la semana pasada su pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para el 2014 bajándolo de 3.9 a 2.7 por ciento, lo que denotó el fracaso de la política económica del copetón Enrique Peña Nieto.
A su llegada a Los Pinos, Peña Nieto se comprometió a enderezar las finanzas y vendió la ilusión de que habría crecimiento económico inmediato con las famosas reformas estructurales pero éstas se aprobaron y nada ha pasado, al contrario la economía va en retroceso en vez de avanzar. Hace algunos días dos poderoso voceros de los intereses internacionales como son el periódico Financian Times y la revista The Economist, descalificaron el desempeño de Videgaray y sus constantes yerros al anticipar falsos crecimientos financieros. En pocas palabras, Videgaray les falló a los poderosos y su puerto está en entredicho.
Si esa crítica la hubiera realizado algún economista o medio informativo nacional nada sucedería pero lo hicieron desde el exterior donde Peña Nieto ha ofertado al país como si fuera una venta de garaje y había promocionado un paraíso financiero. De ahí que Videgaray está más vulnerable que nunca e incluso hay voces que anticipan su posible salida del gabinete para que Peña Nieto pueda tener argumentos ante los inversionistas extranjeros que le reclaman el cambio en la conducción económica. Esto a pesar de la cercanía de Videgaray Caso con Peña Nieto pues los patrones de la economía mundial están enojados y reclaman su cabeza.
Pues bien, el desbarajuste en la macroeconomía también pega a los asuntos aldeanos en Veracruz sobre todo en materia política ya que como es sabido, Videgaray Caso fue compañero de estudios universitarios del senador priísta José Yunes Zorrilla y hoy su principal impulsor rumbo a la contienda del 2016 cuando se renueve la gubernatura. El peroteño Yunes Zorrilla no es el candidato de Duarte de Ochoa ni de la fidelidad pero es tolerado porque está blindado por su cercanía con Videgaray y eso le permite hacer precampaña en todo el estado sin que nadie lo censure. Es más, lo hace con la venia y apoyo del aparato estatal pues el mandatario estatal no quiere enemistarse con el personaje que maneja los dineros del país.
¿Y si el padrino cae en desgracia política?. Ahí es donde la marrana va a torcer el rabo, dirían los viejos del pueblo. Si Luis Videgaray es sacrificado ante la exigencia de los intereses extranjeros automáticamente Yunes Zorrilla se convertiría en el rival más débil entre los aspirantes para la nominación priísta del 2016. La prosperidad y la fidelidad le darían el portazo en la nariz y entonces se buscará inflaría inmediatamente a algún otro aspirante entre los incondicionales de Duarte de Ochoa que son a su vez los mismos “Niños de la Fidelidad” del sexenio pasado.
Eso por un lado y por el otro, también desde el altiplano hay quienes esperan los tiempos para mover los hilos a favor de candidatos desprendidos del gobierno federal. Así se explica el manejo mediático de nombres como Fernando Aportela Rodríguez y José Antonio González Anaya. Este último tiene un padrino más poderoso que Videgaray pues es concuño del expresidente Carlos Salinas de Gortari, la mano que mece la cuna de Peña Nieto. El sureño González Anaya es esposo de Gabriela Gerard Rivero, hermana de Ana Paula Gerard, la segunda esposa de Salinas de Gortari, y eso le puede ponerle en charola de plata la candidatura del PRI en Veracruz sin mayor esfuerzo.
