Guadalajara.- El pasado 8 de abril, Saúl Álvarez anunció por medio de redes sociales su rompimiento con Televisa, que dejaría de transmitir al boxeador jalisciense a partir de su siguiente pelea. Sin embargo, ayer el propio Canelo reveló que se arreglaron las “cositas” que lo tenían incómodo y su combate ante el cubano Erislandy Lara, el próximo 12 de julio, se verá en dicha televisora.
“Tuvimos un acercamiento con la gente ‘de arriba’ en Televisa y se puede decir que acomodamos todo como tenía que ser para estar tranquilos y trabajar como veníamos trabajando. Por el momento, seguiremos y el 12 de julio pasarán la pelea”, sentencia el pugilista. Es nuevamente un acuerdo de palabra. Nunca han existido los contratos.
“ Nadie tuvo que ceder, simplemente fue mala comunicación. Se arreglaron las ‘cositas’ que estaban por ahí y estamos trabajando como lo hemos hecho antes”, dijo Álvarez
Pero el acuerdo al que llegó el pugilista con la televisora sólo es de palabra, no hay documentos con rúbricas de por medio.
“Nunca ha habido un contrato de por medio, siempre hemos manejado todo sólo por palabra, por lealtad. Yo nunca he hablado con ninguna otra televisora. Siempre he sido derecho. Lo más importante para mí es la lealtad y nunca ha habido un contrato de por medio, no lo hay en esta ocasión y espero no lo haya. Como hemos trabajado, hemos estado a gusto y creo que es más sano para los dos”, comentó.
El coraje se ha ido después de hablar con la gente de Televisa. Canelo asegura que no se siente “dolido” y que tampoco ha sufrido desconcentración por el conflicto que lo llevó a romper públicamente, tan sólo por mes y medio, con la empresa propiedad de Emilio Azcárraga.
Durante esas semanas de separación, el boxeador jalisciense recibió duras críticas dentro de la misma televisora. Quienes antes lo habían apoyado incondicionalmente, le dieron la espalda. Hoy que todo se ha tranquilizado, El Canelo no guarda rencores.
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