AGENCIA
CDMX.- La ONU advierte que la contaminación provoca 13 muertes prematuras por minuto en el mundo al año.
La Primera Evaluación de las Leyes y Normativas de la Calidad del Aire, realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) alertó que uno de cada tres países carece de medidas adecuadas para verificar la calidad del aire.
Este domingo se conmemora el Día Internacional contra el Cambio Climático, que busca concientizar sobre el calentamiento global y los riesgos para la salud que conlleva la contaminación, como infecciones respiratorias, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares o incluso cáncer de pulmón.
El 92% de la población mundial vive en lugares donde los niveles de contaminación del aire exceden los límites seguros.
Alrededor de 88% de las muertes vinculadas al aire sucio ocurren en naciones de ingresos bajos y medios. Mientras que, por rango de edad, entre las personas que mueren por aire sucio a nivel mundial cada año, hay 600 mil niños, de acuerdos con datos el PNUMA.
Más lluvias torrenciales y récords de temperatura que las anteriores es lo que enfrentarán las nuevas generaciones.
El Ártico se calienta hasta tres veces más rápido que el resto del planeta. Las temperaturas subieron casi 1°C durante la última década, según lo revelado por científicos.
El deshielo podría ser irreversible durante siglos o milenios, mientras que el nivel del mar podría elevarse hasta un metro para el año 2100.
Cada año la contaminación mata a 600 mil niños en el mundo y cada minuto hay 13 muertes por aire sucio.
La constante exposición a partículas contaminantes causa infecciones respiratorias, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares o cáncer de pulmón.
La contaminación atmosférica provoca 13 muertes prematuras por minuto en el mundo cada año, según Naciones Unidas.
El relator especial de la ONU sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente, David Boyd, asegura que “la emergencia climática se ha convertido en una cuestión de supervivencia para muchas poblaciones. Sólo cambios sistémicos, profundos y rápidos permitirán responder a esta crisis ecológica mundial”.
Además de los fallecimientos, la constante exposición a partículas contaminantes implica riesgos severos para la salud, en especial, infecciones respiratorias, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares o incluso cáncer de pulmón.
