El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) emitió un nuevo código de conducta, a través del cual exige que sus empleados, prestadores de servicios y “los grupos de evaluación de proyectos susceptibles de apoyos” deberán de “abstenerse de emitir comentarios u opiniones negativos o desfavorables sobre las políticas o programas del Conacyt”.
Mediante un documento de 16 páginas se incluye un escrito de María Elena Álvarez-Buylla, titular del Conacyt en la que señala que en el pasado, “la administración pública sucumbió ante grupos de poder y se colmó de personas que pervirtieron el servicio público y antepusieron sus intereses particulares al interés general”, lo que ahora, expone, se busca revertir con el nuevo código de conducta.