México.- “Producto de las contrarreformas estructurales”, la entrega del petróleo mexicano a “intereses contarios” al país y la mayoría de sus habitantes está por iniciar, alertó el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
En un artículo publicado en el diario La Jornada, Cárdenas Solórzano advierte el inicio de “la ronda cero”, es decir, del procedimiento mediante el que el ejecutivo federal asignará a Petróleos Mexicanos (Pemex) sus áreas de explotación de hidrocarburos.
El pasado 14 de marzo, dice, el consejo de administración de la paraestatal acordó enviar a la Secretaría de Energía (Sener) la solicitud para la asignación de las áreas de exploración y los campos en producción de los que Pemex se haría cargo. Pemex elige en qué áreas desea participar y deja el resto de la gestión a empresas privadas.
Por supuesto, fustiga, hasta ahora se carece de información pública respecto de qué campos y áreas abandonará y cuáles seguirá operando y, al parecer ya fue reservada por varios lustros “como es costumbre cuando algo importante se quiere ocultar a la opinión pública, aunque no exista razón evidente o de sentido común para ello”.
La única información disponible, abunda, es que Pemex solicita el 83% de las reservas probadas y posibles (2P) y 31% de los recursos prospectivos. Según la Sener las reservas 2P ascienden a 26 mil 200 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.
Cárdenas Solórzano, quien encabezó el movimiento en defensa del petróleo, señala que, según las tendencias de la extracción actual, las reservas 2P tendrían vida de 12 años y de ellas, se estaría cediendo a los particulares el equivalente a dos años, unos cuatro mil 400 millones de barriles.
“La decisión de privatizar una quinta parte de las reservas 2P del país no es un asunto menor y debió ser ampliamente informado, pues se trata nada menos que de uno de los principales patrimonios de la nación”, acusa el líder moral del PRD.
En cuanto a los recursos prospectivos, explorados y estudiados por Pemex, sostiene que se estiman en 114 mil 800 millones de barriles, de los cuelas sólo 31% se asignarían a la paraestatal y el 69% restante se licitaría a particulares, reprobó.
“Esa manera poco aseada de proceder, en nada ayuda al desarrollo de un sistema de mercado donde el propio gobierno es el responsable de construir un esquema de regulación encargado de hacer valer la ley, como regla esencial de funcionamiento”.
Y aun cuando el gobierno ha negado sistemáticamente que se pretenda privatizar Pemex, dijo, queda claro que la reforma energética tiene como objetivo la cesión a particulares de los recursos petroleros de la nación.
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