AGENCIA
Lima.- La suerte de los restos del fundador del grupo terrorista Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, todavía no se determina, tras que un juez declaró inadmisible una petición para que se entregara su cadáver a una mujer que no es familia directa del fallecido.
Analistas nacionales mencionaron que la Ley carece de un protocolo para saber cómo proceder en caso de presos controversiales, como Guzmán, considerado el causante principal de las muertes que registró Perú entre 1980 y 2000, durante enfrentamientos con las fuerzas de Seguridad.
Mencionaron que la norma dice que el cuerpo debe entregarse a su familia, pero el Gobierno considera que es la Fiscalía quien debe decidir en el caso.
Las autoridades recomendaron que se incinere y las cenizas arrojadas al mar, a fin de evitar un entierro y culto a su tumba.
En 2018 funcionarios destruyeron un mausoleo en un cementerio de Lima en el que se había anunciado que Guzmán sería enterrado llegado el momento.