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El minutero

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MIEDO AL MAESTRO

 Mañana es Día del Maestro y en todo el país será una fecha particular porque las autoridades “celebrarán” a los educadores en el contexto de un agravio declarado desde septiembre pasado con la aprobación de la reforma educativa que atropelló sus derechos, anuló garantías obtenidas tras décadas de lucha y de paso sentó las bases para el desmantelamiento de la educación pública y gratuita. El Presidente de la República y los gobernadores llenarán de regalos y reconocimientos a los mentores aún cuando hace ocho meses les propinaron una puñalada trapera con apoyo de legisladores federales y estatales.

 Por tal razón se espera la movilización nacional de los maestros para repudiar los festejos oficiales y reiterar su rechazo a los cambios legales que los vulneran. En Veracruz también se espera una jornada de manifestaciones muy intensa, según lo han prometido los educadores disidentes que ya dieron un anticipo el pasado primero de mayo durante el desfile obrero. Es por esta razón que inicialmente el Gobierno estatal tenía la intención de realizar el evento del Día del Maestro en la Academia de Policía en El Lencero o en la fortaleza de San Juan de Ulúa.

 En el primero es donde se trasladan las celebraciones oficiales cada vez que hay riesgo de manifestaciones –como se hizo con el desfile del pasado 5 de mayo- pues es un lugar alejado de la vía pública y rodeado de policías mientras que en San Juan de Ulúa se puede controlar el acceso terrestre y se tiene de barrera natural el mar. Entre esos muros infranqueables Duarte de Ochoa realizó su segundo informe de gobierno también para evitar que lo alcanzara la turba magisterial. Al final de cuentas el acto oficial del 15 de mayo que encabezará el cordobés será en el WTC de Boca del Río.

 Sin embargo, el mismo estará custodiado por cientos de policías como si fuera una visita presidencial pues habrá revisiones a ultranza, barreras de contención, perros de ataques y gases lacrimógenos para intimidar y además se instalarán retenes en todas las carreteras del estado para detener autobuses que transporten a los docentes con la intención de manifestarse. Tal es el temor de Duarte a los maestros que dio instrucciones para revisar con escáneres de Rayos X a todo maestro que entre al WTC para impedir que ingresen pancartas o mantas con leyendas de protesta.

 Las listas de los docentes convocados son revisadas con lupa por líderes magisteriales gobiernistas y todo aquel que huela a inconformidad no pasará. En la puerta cada maestro y maestra será auscultado y les decomisarán lapiceros, lápiz labial, libretas, pañuelos de papel y todo aquello que les sirva para escribir mensajes contra la reforma educativa, los líderes magisteriales o el gobernador. Poco falta para que les pongan un bozal para evitar que algún colado –que no sea detectado previamente- lance consignas en la celebración. El miedo no es menor, pues, y también hay amenazas veladas y directas a los líderes de la disidencia para evitar manifestaciones.

 Hasta donde se sabe, primero se les intentó coaccionar a esos maestros con dinero para no convocar a las marchas o desinflar los llamados ya hechos para las mismas, algo similar a lo que hicieron el pasado primero de mayo con la intención de evitar protestas en el desfile de Xalapa cuando previamente repartieron más de un millón de pesos en sobornos de 20 mil, 50 mil y hasta 200 mil- a líderes de la CTM, CROC y CROC y es sabido que el dinero lo aceptaron esos dirigentes gremiales pero como ya no controlan ni sus esfínteres no pudieron evitar las manifestaciones que acabaron en trifulca e hicieron huir despavoridos a Duarte y al resto de sus colaboradores del templete oficial. Ahora también se está repartiendo dinero y por el otro, las amenazas.

 ¿Qué les dirá el gobernante a los maestros que allí se congreguen?, ¿los tratará de engañar con el cuento de que les irá mejor con la reforma educativa pese al recorte de prestaciones y que los coloca con un pie en la calle? Las medallas al mérito por 20, 30 y 40 años de servicio que se repartirán no les servirán de consuelo ni siquiera a los profesores que siguen adheridos a las alas oficialista de los gremios magisteriales, principalmente el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) porque ni ellos lograron evadir el sablazo de la reforma federal pese a que los líderes charros buscaron proteger a sus incondicionales.

 Hay que recordar que Juan Nicolás Callejas Arroyo, diputado local priista y que desde hace años dice controlar la Sección 32 del SNTE –cuya dirigencia formal la tiene su hijo del mismo nombre- logró que se aprobará la reforma a la Ley de Educación del estado a conveniencia de sus recomendados pero ante la amenaza del gobierno federal de interponer una controversia constitucional, el congreso local tuvo que dar marcha atrás, sesionar de urgencia y corregir el tiradero legal para que el texto quedara tal como lo quería la federación. De tal suerte que la sombra de los líderes charros ya no protege a nadie y quienes todavía los siguen no se escaparan de la nueva ley.

 También con la intención de menguar la voluntad de los maestros para salir a las calles este miércoles, el gobernante estatal anunció hace algunos días que habrá un bono especial a todos los educadores con motivo del 15 de mayo y también facilidades para que los aquellos que estén en morosidad con créditos adquiridos puedan reestructurarlos a través Banco Nacional y Servicios Financieros (Bansefi), aunque eso solo significa que contratarán más deuda para pagar las deudas generadas por el precario poder adquisitivo. La trampa es que los conducirán a créditos como particulares, sin el respaldo de las secretaría de Educación Pública (SEP) y de Educación Veracruz (SEV) para que cuando pierdan el empleo o disminuyan las prestaciones queden enganchados con la nueva institución financiera, y sigan obligados a pagar. No más, no menos.

 En fin, hace un año miles de maestros dieron una lección de dignidad en todos los estados, pusieron en jaque a los gobiernos federal y estatal e hicieron patente que son una fuerza viva de la sociedad, en resistencia y con alto poder de convocatoria. No hay que olvidar las movilizaciones masivas en varias ciudades veracruzanas, especialmente en Xalapa donde hicieron que durante varias semanas Duarte de Ochoa dejara de acudir a despachar en Palacio de Gobierno por temor a ellos y anduvo prácticamente a salto de mata, claro, antes de ordenar el desalojo de la Plaza Lerdo a golpe de macana y gases lacrimógenos-. El miércoles ese mismo que mandó a apalearlos, a rociarlos con gases, a detenerlos en carreteras y a amenazarlos, encabezará un evento para reconocer su labor. ¡Vaya desfachatez! Por eso no se espera menos de los maestros que una nueva cátedra de dignidad y resistencia.

 

EL PRIMER TRAGO I

 Cuando el calor agobia, se está fatigado de caminar o de trabajar y llega uno al bar, a un restauran o simplemente a la tienda de la esquina para beber una cerveza fría, el primer trago es el paraíso. ¿Verdad? Así, lo describe magistralmente el escritor francés Philippe Delerm: “El primer trago es el único que vale la pena. Es un placer amargo y los otros tragos que le siguen son para olvidar el primero”, en el libro “El primer trago de cerveza y otros placeres minúsculos” (La première gorgée de bière et autres plaisirs minuscules).

 El texto incita a todos para revisar la vida cotidiana y encontrar esos pequeños detalles o momentos en los que poco se repara pero que, efectivamente, regalan una pequeña porción de felicidad. Beber un buen licor o saborear un buen café en compañía de amigos, ir a comprar pastelillos, viajar en coche un fin de semana –bueno, en el Veracruz de Duarte ya no se recomienda porque es peligroso-, sentarse a la sombra de un árbol a leer un libro o simplemente a mirar el verdor y la gente pasar.

 Caminar de la mano del hijo pequeño o nieto por el parque, mirar el atardecer y también comprarse aquella prenda que se ha anhelado o acudir al cine a ver una buena película, saborear el platillo predilecto preparado en casa o en algún restaurante. Recordar la infancia con el olor de las manzanas, el sabor de la comida que preparaba la mamá o sentir el frío del invierno mientras se come un pan caminando por la calle –cuidado si se vive en el Veracruz de Duarte porque las calles también son peligrosas-. Esas cosas detienen el tiempo y trasladan a la personas a otros lugares.

 Hay placeres pequeños que no cuestan caro pero son delicias al fin. Esos placeres minúsculos suponen una pequeña pausa en el tiempo para poder disfrutar tranquilamente, sin problemas ni preocupaciones. Eso, dice Delerm, es recurrir al Hedonismo, el procurar el placer y alejar el dolor, aquella doctrina filosófica que sin caer en los excesos se puede practicar en la vida diaria. Las rígidas reglas del catolicismo han enseñado a la población de que todo placer es malo y solo el sufrimiento es la clave para ser feliz… ¡Pero hasta la otra vida! Eso ha hecho que nadie repare en esos pequeños momentos donde se araña la felicidad pues disfrutarlos significa pecar.

 Para aprender a vivir feliz, dice por su parte el periodista y escritor Jean-Louis Servan-Schreiber, se deben dar “bocados pequeños” de felicidad pues esta no existe total y para siempre, ya que de haberla de esta manera se viviría en el paraíso terrenal, algo utópico. Recomienda hacer caso a la conseja de los sabios hindúes que se preguntan: “¿Cómo hacer para comerse un elefante? Igual que la felicidad, se le parte en pequeños pedacitos y se van comiendo poco a poco, sin prisas, sin atragantarse y eso dura largo tiempo”. La compilación viene al caso porque es necesario buscar esos instantes de felicidad en el contexto aciago que viven los mexicanos y sobre todo los veracruzanos. Encontrar esta ruta para sobrellevar la calamidad…

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