NAHÚM BASTIAN
el buen tono
CÓRDOBA.- Como una “negligencia evidente” por parte del Ayuntamiento y Protección Civil, calificaron locatarios del mercado Revolución al incendio registrado la noche del pasado martes, cuando un presunto cortocircuito arrasó con cuatro puestos instalados en las inmediaciones de la avenida 8, entre calles 11 y 13. El siniestro en el que si bien, arrojó únicamente daños materiales, también representa un duro golpe para el patrimonio de los comerciantes, quienes deberán empezar de cero, como en aquel fatídico incidente del 31 de enero de 2020, cuando gran parte del zoco quedó reducido a cenizas.
Bastaba ver los rostros plagados de incredulidad de los propietarios de los locales siniestrados, para transportarnos al primer incendio que provocó, fueran reinstalados en distintos puntos de la periferia del mercado, las llamas nuevamente devoraban plástico, lonas, cartón y algunas estructuras de madera con las que estaban edificados los inertes e improvisados locales, donde en su mayoría se comerciaban piñatas, morrales, dulces y artículos para la limpieza del hogar como fibras y estropajos que fueron consumidos en cuestión de minutos, mientras el bullicio característico de esa parte de la ciudad se apacigua.
“Saldremos adelante, nos vamos a levantar; como aquella primera vez empezaremos desde cero”, expresó con la voz entrecortada, Victoria Loyo, quien desde hace más de un año ocupa este espacio con tres locales, luego de ser reubicada por autoridades municipales a consecuencia de la catástrofe que calcinó su punto de venta al interior del zoco. Las pérdidas, dijo, fueron cuantificadas en más de 50 mil pesos. Al entrevistarnos con otros locatarios, su respuesta fue tajante al responsabilizar al Ayuntamiento por nuevamente exponerlos.
“Ya se veía venir esto, porque el Ayuntamiento no dotó de los servicios básicos a los compañeros que están situados en la calle, por ende tuvieron que ver la forma de tener el servicio de electricidad y, pues la solución más rápida y barata fue el haberse colgado de la luz de la vía pública con los llamados diablitos”, expresó un comerciante.
Dijo que, pese a que el Gobierno del (en ese entonces) presidente municipal, Tomás Ríos Bernal, también fue gris, los vendedores fueron reinstalados con los servicios adecuados para laboral sin la posibilidad de algún riesgo, mientras se efectuaba la primera etapa de la rehabilitación del mercado.
“Cuando sacó a los locatarios a la calle por la primera obra en el mercado al menos les dio luz y agua, les construyó locales y los servicios los tenían y no estuvieron un año ni dos, estuvieron cinco años en la calle y no se suscitó ningún accidente”, expresó la fuente consultada, quien destacó que inclusive había cámaras frigoríficas y cortadoras, lo que ameritaba una instalación eléctrica de calidad para evitar estas situaciones.
Y es que posterior al incendio de 2020, cuando se dio inicio a la reubicación en distintos puntos aledaños al mercado en la zona Centro del municipio, existía una revisión periódica de los locales ubicados al frente del zoco por parte del personal de Protección Civil (PC) en coordinación con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), “recuerdo que el director de PC era José Sierra Silva, él venía a checar puesto por puesto, también venían los de la Comisión de luz a supervisar que al menos el estado de la conexión fuera correcto, porque seamos honestos, hay personas que se quieren colgar con un cable que parece de serie navideña y, pues eso no es correcto, por eso se hacían esas supervisiones que con la llegada del nuevo director de esa área, pues se dejaron de lado y vea, ahí están las consecuencias”.
El desconocimiento de los locatarios en materia de electricidad, aunado a la desidia de las autoridades dieron como resultado un descalabro más al pésimo desempeño de esta administración, pues queda claro que la responsabilidad recae en los elementos de Protección Civil, quienes dejaron de darle seguimiento a las revisiones de los puestos y así advertir a los locatarios sobre los riesgos de conectarse a un lugar indebido.
La CFE pide evitar estas prácticas irregulares, pues, además de provocar accidentes mortales al provocar cortocircuitos e incendios. “Esto no es más que negligencia del Ayuntamiento y de Protección Civil, los comerciantes siempre les solicitamos luz, yo opté por no salirme de aquí porque nunca me dieron la certeza de que nos proveerían de lo justo, porque seamos sinceros, no eran caprichos, eran solicitudades para llevar a cabo un trabajo digno, pero nunca nos aseguraron que lo harían”, dijo un comerciante afectado de manera colateral durante el primer incendio.
Expresaron, además que lo ideal hubiera sido que el Ayuntamiento los dotara de instalaciones bien hechas, así como de sus mufas y medidores; sin embargo, prefirieron robarse la luz sin efectuar las supervisiones pertinentes y ahora se suscitó una situación de riesgo que por suerte no cobró vidas.
A esta situación se suma la pésima calidad de los multicontactos al interior de los puestos y la cantidad
de aparatos electrónicos conectados, como lo son las bocinas y televisores que bien pudieron generar un
sobrecalentamiento.
“El Ayuntamiento les proporcionó los lugares en la calle, ahora los deben indemnizar porque pueden ver a los de PC visitando a comercios establecidos, pero por qué no supervisan los puestos callejeros ¿a poco no sabían que se colgaban de los transformadores? ¡Por favor eso nada más es flojera, es incapacidad de los empleados y no otra cosa!”.