Potrero Nuevo.- Reclaman que ni el Presidente municipal, Agustín Mollinedo, ni ningún otro político les quiso tender la mano para los gastos funerarios, argumentando que ya debe varios ataúdes, y la patrona de la menor sólo aportó la cantidad de $300 que fueron para comprar una parte de la flor.
La tarde del pasado 26 de abril, el destino le cambió la vida a su familia. Anahí López no regresó a su casa, por lo que su madre le llamó varias veces por teléfono, pero no respondió. Su patrona, les informó que desde las 8 de la noche había salido, y una de sus amigas dijo que de ella se despidió diciendo que iría a un mandado al centro.
Esa noche, su madre y el resto de su familia no volvió a saber de ella. Al otro día fueron a reportarla a la Dirección municipal de Seguridad Pública, y no pudieron denunciar porque la ley marca como plazo que deben pasar 72 horas, a partir de la hora de desaparición de la persona.
Ya desesperados, los familiares buscaron a Anahí en varias tiendas de abarrotes y pidieron informes en casas de conocidos, sin lograr respuesta, hasta que ya como a las 14:00 horas del 29 de abril les comunicaron que una muchacha había aparecido muerta en las inmediaciones de la colonia José María Martínez.
De acuerdo con el reporte policiaco, el hallazgo fue en la calle Fidel Velázquez Sánchez, entre Susana López de Ramos y José María Martínez, de la mencionada colonia. Esta dirección, corresponde a la parte trasera del salón de usos múltiples, donde también se encuentra la Comandancia de la Policía.
De momento había la duda sobre si era o no la joven desaparecida, según altos mandos de la corporación. El cuerpo, semidesnudo y ya en estado de descomposición, fue trasladado a una funeraria de Córdoba, y horas después se dictaminó que la joven había sido ultrajada y estrangulada.
Un periódico local, documentó que junto al cuerpo había sido encontrado un palo puntiagudo, con el que se especuló que fue torturada la joven, hecho que causó malestar de la familia, ya que cuando todavía velaban el cuerpo, a la mañana del día siguiente, empleados del diario fueron a vocear con altavoces, a unos metros de la vivienda, la noticia de la desgracia, “sin importarles el dolor ajeno”, acusa el ama de casa.
Según los afectados, no recibieron información precisa sobre las circunstancias de la muerte de Anahí, ni por qué el cadáver de la menor no tenía los ojos, como si se los hubieran extraído a propósito. “Yo fui a hacer la identificación del cuerpo, y vi que no tenía los ojos, pero nunca me explicaron por qué pudo haber sido eso, no sabemos que pasaría”, señala la entrevistada.
El miércoles, recibieron en la casa la visita del delegado regional de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Veracruz, Antonio Guillermo Bustos Rivera, quien fue enviado por instrucciones superiores, para estar al tanto del desarrollo de las investigaciones y la atención de las autoridades a la familia de la víctima; “él se puso a nuestras órdenes para apoyarnos en los trámites de haya que hacer, y nos dejó su teléfono, para cualquier cosa que llegara a presentarse”.
“Nosotros sí pedimos que se haga justicia, pero también tenemos miedo, porque no sabemos de qué se trata; de hecho ayer -jueves- fuimos al Ministerio Público de Córdoba, porque nos citaron, pero no nos informan nada de algún avance, detenidos o algo por el estilo, nadamás nos preguntaron lo mismo del día que declaramos, que si mi sobrina no tenía problemas, que si trabajaba, a qué horas salía, dijimos lo mismo que ya habíamos dicho”, cuenta la tía de la joven fallecida.
Tanto la madre como la tía de Anahí, la recuerdan con tristeza en el rostro, como una joven tranquila, “a ella casi no le gustaban las fiestas, le gustaban los peluches, sólo Dios sabe qué fue lo que pasó, apenas tenía como año y medio de trabajar en la tienda de Los González, y este martes que pasó ya fueron sus 9 días”.
Antonio Osorio
El Buen Tono
