Hoy es la primera consulta popular convocada oficialmente por AMLO para corregir las charadas populistas de sus primeras consultas masivas, activistas e inútiles para formalizar compromisos de Gobierno.
Organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE) para que la gente decida con opción vinculante, o no, según la única y rebuscada pregunta si estás de acuerdo, o no, en: -“que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas” (SCJN).
Ornamentada con lechadas democráticas representativas legitimadas por el ícono presidencial, la interpelación huele a orines del mismo gato negándose desde hace más de un siglo a salir de su cómoda caja parda.

RosarioDeMentirasPías. Observe con atención el primer engaño: AMLO liberal manifiesta contrariedades hacia los políticos neoliberales, especialmente contra los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón, y Enrique Peña Nieto: omitiendo ser hermanos de leche, los responsabiliza de todo mal patrio, solo por corruptos. Algo esconde, debajo de la manga.

Segundo engaño. Sin declinar sus mañañeros señalamientos anti neoliberales, reitera su línea de “perdón y olvido, abrazos no balazos”, a la par de dar a conocer su voto en Culiacán, EN CONTRA; sin importarle haber sido el principal promotor del aquelarre, a falta de capacidad de convocatoria de su re/partido Morena, para juntar el 40% de los votos necesarios, para efectuarla a petición de masas.
Tercer engaño. ¿Por qué el Estado prefirió hacerse ojo de pancha, con la consulta democrática, para no enjuiciar directamente tecnócratas corruptos?
Porque, en vez de vincular expresidentes a procesos sustentados en crónicas, historias de vida, archivos del CISEN, Gobernación, policiacos y militares, desea evitar debatirse entre tiburones, prefiriendo redimirse con la cantaleta de la decisión de masas inteligentes, sabias, sin importar el resultado de la encuesta, perversamente acotada.
Cuarto engaño. La consulta, no es para “enjuiciar”, o no: solo es para decidir, o no: “emprender un proceso de esclarecimiento de decisiones políticas tomadas en años pasados”. Ni siquiera se propone encausar cinco expresidentes, sino a “actores políticos”, en general.
Medrosa, interroga sobre la decisión, o no, de “iniciar el camino -que podía ser eterno- de justicia y derechos de posibles víctimas”.
Quinto engaño. Comparada con las primeras consultas echas sin ton ni son sobre la opinión y decisión de gente ajena al interés de pueblos originarios, como las comunidades de Huixtla, Morelos, el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, suspensión del aeropuerto de Texcoco, ampliación del de Santa Lucía, rechazadas por propios y organizaciones nacionales e internacionales, perdiendo amparos y juicios, como la demanda de afectados por la suspensión de la presa de Chicoasén II, López Obrador se vio obligado a cambiar de táctica política para “encuadrar” decisiones inducidas en las masas, mediante votaciones organizadas por el INE.
Sexto engaño. En la co-mentada ley Constitucional de Consultas, se blindan temas de Estado imposibles de cuestionarse popularmente, como son proyectos de obra pública, la autonomía del ejercicio militar, las garantías individuales, el modelo económico y político de país basado en la libertad de mercado, la seguridad, el presupuesto, la materia electoral, así como la permanencia en cargos de los sujetos elegidos mediante las urnas.
Con tanta restricción al derecho obligatorio de participar en consultas arregladas, difícilmente habrá acto histórico o reciente de actor político alguno, que, con artilugios de cuarta, cualquier abogado jurisconsulto no pueda anular a favor de probables infractores: más cuando la presente consulta no se propone vincularlos directamente a proceso por presunción fiscal, ni, fama pública.
Séptimo engaño. La ley Federal de Consulta popular, dice que los consultados podrán responder: “SÍ”, “NO”; o, ABSTENERSE. En la papeleta de hoy, esta opción ha sido eliminada, seguramente para facilitar el resultado deseable por el Estado y su gobierno: que, por no obtener el sí, ni el no, el 40% de votos requeridos del listado electoral, el tema entre en un estado de confort favorable a su perdonable olvido.
En esa línea van las quejas de López por el desdén del INE sobre la difusión del acto; aunque, a la par, éste, maniqueamente induce la idea de haber sido abrazada exitosamente por las masas; dispersándose un olor a decisión de Estado.

MancuernasDeHumo. Complementase el circo con frases e imágenes erróneas desparramadas por analistas, publicitas y funcionarios del régimen, mediante las redes y medios de comunicación.

Destaca la gráfica descalificatoria y prejuiciosa de cinco expresidentes, por no corresponder con la ley, ni el espíritu de la consulta, viciando el inicio de procedimientos pertinentes, con un recurso legaloide muy utilizado para anular procesos: afectar su presunción de inocencia y debido juicio antes de declararlos culpables.

HermanosDeCamada. Tanta distorsión política legal y de facto sobre su penalización imposible, huele más a cierre histórico de probables procesos, que a la apertura de juicios enmarañados.

Actuando como un mal necesario recíproco para espantar bobos, se notan trazadas congeniadas entre políticos descalificados, y, sus denunciantes; sobre todo, por aquellos, que, siendo ahora siervos morenos de la Nación, tienen historiales de vida pública ligadas a abusos neoliberales.
En las elecciones del 2018, el 86% de los candidatos de morena, eran expriistas. El 92% de sus candidatos a puestos electos recientemente, fueron priistas y perredistas. Excepto dos de los noveles gobernadores morenos, los demás son ex priistas y/o ex perredistas. El PT de hoy, está relleno de priistas de siempre: Morena tiene una línea de captación a ciegas de militantes panistas, inconformes con su perdida identidad fundacional.
Sin omitir la capacidad del Estado para cantar votos multiplicados gracias a algoritmos mágicos digitalizados: con esos antecedentes familiares no se extrañe, que, sustentados en la escasa concurrencia a urnas se de carpetazo pop al historial delictivo de tanto abuso y abusador, pasándolos al olvido, por decisión o desidia de masas.