Llaman la atención hechos y dichos últimos de AMLO, contrarios a su perversa rijosidad ego-institucional, encuadrada de maravillas en el dirigente populista de masas, mientras en lo privado se transforma en caudillo autoritario, proto-fascista, militarista.
SpitchMoreno. Una de sus últimas ocurrencias es haberse declarado “destapador de aspirantes” a sucederlo, renombrando como corcholatas a un montón de aspiracionistas de la próxima sucesión presidencial del 2024.
O, quizás, solo aborta relevos para seguir ocultando la grave crisis general del capital, que, amoroso, aceptó administrar a favor de los oligopolios financieros.
¡Cómo!, ¿acaso no es verdad que el pueblo elige en un día de igualdad de clases, a sus preclaros gobernantes?
Nomás Son Tácticas De Estado. En tribuna se mira fuertecito, pero, objetivamente, es inocultable el desgaste que ha sufrido su legitimidad e íntima personalidad a escasos tres años de gobierno: tanto y tan costoso error económico y político, meya acuerdos iniciales; obligándose a renegociar cuotas de poder. Como incorporar cuadros salinistas de toda la vida, en nómina presidencial.
PRI reciclado. Con 17 gobernadores y la mayoría simple en el Congreso de Morena, se ha debilitado porque, para disponer de ellos, ha tenido que negociar con troyanos algo más que el respeto a su investidura. No por nada declaró en la semana, que la curva de violencia generalizada -superior a la de todos los presidentes neoliberales- amenaza sus políticas públicas.
Con otros datos, expertos en lides de la polaca mexicana, afirman que atiza galgos desde muy antes de la meta con el deseo de quemarlos en el sprint final; dejándole libre el camino al verdadero sucesor: Él Mismo.
Hábil, sin par: podría no aspirar a la reelección, sino a la ampliación de su periodo administrativo para garantizar el asentamiento y continuidad de la 4ªT; como es el caso del ministro Saldívar. Otros, Dios no lo quiera, dicen que borda su futuro Maximato.
Experto En Jugadas De Dugout. Como sea que se mueva el oso, al son que le repiquen al centro de su tierra: Usted no olvide que Obrador es beisbolista especialista en pitchear, cachar, batear, jonronear; manejar la banca, dejar pasar bolas, strikes; faulear; en colocar lesionados, así como en fintar al contrario con señales equivocadas en toda el área del juego, incluyendo el dugout -o, madriguera- y exaltando espectadores. Mire cómo se las gasta.
El gobernador Aureoles de Michoacán ha sido plantado en el zócalo en espera de ser recibido para entregarle en manos hiatos de pruebas del fraude e intervención del narcotráfico en las elecciones pasadas; poniendo en riesgo la seguridad del estado y del Estado.
Al punto, sin mencionarlo, con candor primaveral, López aclara que se ha de reunir con todos los gobernadores en funciones y electos para analizar muchos temas y en especial, el de seguridad, menos con Aureoles, ni con Cabeza de Vaca, el gober incómodo tamaulipeco: para “no exponer su investidura presidencial”, al jolgorio nacional.
Contradictoriamente, sin resquemores por su toga presidencial: no tiene reparos en reunirse con Slim y otros tata mandones financieros cuando se les antoje, mellando la personalidad de funcionarios, comunidades y dirigentes vetados.
Sin reparos, aplana protocolos desatando infiernos en ocasión de próximas elecciones; menciona un puñado de moreneros, omitiendo a decenas de aspirantes anidados en los demás partidos, donde, con otros datos y alcances, el mero patrón dispone de otro bonche de capaces para continuar la traza del modelo liberal proteccionista, socialdemócrata cristiano.
¿Aspiracionistas Miopes? Una vez destapados por el experto destapador: Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Pablo Moctezuma, Tatiana Clouthier, ya sea en directo o mediante propios, se van posesionando de carriles en la pista de carreras presidencialista, sumándose Ricardo Monreal, quien, vivaz, ha declarado su derecho de aparecer en la boleta electoral del 2024; sea, o, no, postulado por morena.
Pobres mercenarios de intereses largos y miradas cortas: ¿acaso han olvidado cualidades de la democracia mexicana tan cretinamente presidencialista, como estrictamente electorera gerencial?
Regimenes Sexenales YA Su Casa. Al margen del choro mañañero todo queda junto con pegado, porque la transformación prometida se limita a “¡cambiar de pañales cada día, al mismo niño cagón!, mientras el prócer grita cada vez más solo, en medio del rebosante orquestado foro: “… -no es lo mismo; ¿que no ven que no somos iguales?”.
¿AMLO es consciente del montón contradictorio de su postura gobernante? Claro que sí. No es un chairo ingenuo: es un fifí ideólogo hábil y experimentado.
Su discurso es ideológico porque a sabiendas distorsiona principios revolucionarios, reduciéndolos a vaciladas activistas reaccionarias. En el fondo, no pasa de amenazar con tronchar espinas podridas, sin tocar la raíz de la maleza. Y, lo peor: se dedica a planchar opuestos a aceptar sus propuestas populistas por engañosas, tergiversadas, o, reducidas.
Por su malquerencia de todo lo que huela a intelectual progresista, durante los tres años que lleva de gobierno federal ha perdido el apoyo de la clase media, afín o cuna de los despreciables “intelectuales orgánicos”, sorprendidos y ofendidos por su discurso democrático de izquierda, en los hechos inclinado a favor del capital financiero.
Como es el caso de Carlos Slim, quien puede entrar y salir cuando antoje por la puerta Mariana del Palacio Nacional. A diferencia del montón de opositores, críticos, manifestantes, exigiendo sus atenciones para atender problemas, que, obviamente, no le importa resolver.