El diario La Jornada recientemente publicó un artículo en el cual presumen que el producto interno bruto per cápita, (por persona) es superior en Venezuela que en México, y ésta información ha sido usada por simpatizantes de la izquierda para promover la idea de que el sistema económico de Venezuela es superior al de México, sin tomar en cuenta algunos datos, que nos harán ver que esta información no refleja lo que se pretende, y mucho menos que el sistema económico de Venezuela sea exitoso.
Para poder analizar un éxito o fracaso de un régimen económico lo primero que debe hacerse es medir el crecimiento a largo plazo. Y compararlo con economías similares. Recordemos que Venezuela nada en petróleo, y que en 1950 ya era una potencia petrolera, mientras que México tiene una población muy superior, ingresos y reservas petroleras inferiores y sobre todo, que el boom petrolero de México se dio a partir de la década de los 80´s.
Veamos algunos datos: En 1950 el producto interno bruto por habitante en Venezuela era de 7,424 dólares, lo que hacía a Venezuela el cuarto país más rico del planeta, sólo debajo de Suiza, Nueva Zelanda y Estados Unidos. Noruega en aquélla época tenía una renta por habitante de 4,969 dólares, y pongo a Noruega, porque es un país con características similares a Venezuela, es un país pequeño con pocos habitantes, y con un nivel de exportaciones petroleras similares. Quiero resaltar que Noruega tenía el 67% del ingreso por persona que tenía la exitosa Venezuela.
Sesenta y cuatro años después podemos evaluar el verdadero desempeño de la economía venezolana, pues el ingreso per cápita es de 12,729 dólares, lo cual implica que en todo ese tiempo, no pudo ni siquiera duplicar su ingreso por persona… Mientras tanto Noruega tiene un ingreso por persona de 99,558 dólares, es decir, multiplicó por 20, elevó 20 veces el ingreso por persona de sus habitantes. Esta información demuestra que Venezuela ha sido brutalmente ineficiente en aprovechar los recursos naturales, los ingresos petroleros que ha recibido en todo este tiempo.
Si medimos que Venezuela tiene el peor nivel entre 152 países en libertad económica, (mientras México ocupa el nada honroso lugar 94), y si vemos que los controles de precios han generado terribles distorsiones económicas, generando exceso de oferta en productos que se venden por encima de su valor de mercado y una terrible escasez en los productos que cuyo precio se ha fijado por debajo de su valor de mercado. Si además consideramos la voracidad que los venezolanos tienen por el dólar americano, por el control de cambios, y si todavía a todo lo anterior le añadimos la nula libertad política que representa vivir en la dictadura de Chávez y de su heredero y chofer Nicolás Maduro, podemos decir con alegría ¨Que bueno que no somos Venezuela¨.
La inflación en Venezuela en 2013 fue del 48.13%. Y si los que hoy elaboran apologías a favor del gobierno venezolano, sufrieran la represión que sufre la población venezolana que está descontenta con las medidas políticas y económica de quien se robó la elección, seguro que esos mismos que hoy aplauden, estarían gritando en todos los foros nacionales e internacionales, en contra de la violación de sus derechos humanos por parte del gobierno represor.
Desde luego, México no es el paraíso para habitarlo. La inseguridad, la falta de crecimiento económico, la terrible desigualdad promovida por las políticas públicas, más de la mitad de su población en condición de pobreza, con escasa libertad y cultura política, con habitantes mal educados, incivilizados, y descuidados con nuestro medio ambiente, ignorantes de la cultura, dedicación y el trabajo, sobre todo, desconocedores de sus derechos y obligaciones civiles. Todo esto hace de México un país que puede (si sus habitantes lo desearan) mejorar muchísimo como un lugar para vivir, pero -ni comparación- con lo que sufren los venezolanos, a pesar de que gracias a causas ajenas al gobierno, tengan en promedio un ingreso por habitante superior al de México, pues allá también hay millones de pobres, y la demagogia se ha convertido en política gubernamental.
Espero que esta información nos permita ver en su real perspectiva la desgracia de nuestros hermanos venezolanos, en lugar de estar elevando a los altares del marxismo a Chávez y a Maduro, responsables de la última debacle de Venezuela.