El niño belga Laurent Simons tiene tan sólo 11 años, pero ya cuenta con formación en ingeniería eléctrica, un grado universitario en Física y planea añadir másteres, doctorados y carreras en Química y Medicina. ¿Su objetivo? “No me importan los títulos, sino los conocimientos que adquiero” para lograr la “inmortalidad”.