Córdoba.- En la búsqueda de la presidencia del Comité Directivo Municipal (CDM) del PRI han surgido diversos nombres que conforme avanzan a la recta final van perdiendo fuerza y presencia. Otros más se valen de la necesidad de la población para armar sus circos.
Job Antonio Ramírez Reyes ha dejado muy en claro sus legítimas aspiraciones para ocupar la presidencia del CDM del tricolor. Actualmente se le ha visto recorriendo diversas colonias del distrito en compañía de los grupos juveniles del partido. A cada uno de los sitios que visita arriba con cajas y bolsas llenas de despensas, dulces y juguetes para los pobladores del lugar.
Aunque ha buscado generarse una imagen como un militante distinguido acorde al cargo al que aspira. Solo se trata de una “rata” más.
Ramírez Reyes se mantuvo hasta el 2011 como delegado regional del Centro de Comando, Cómputo y Control (C4). Durante este tiempo se encargó de promover la fundación “Job” con el objetivo posesionarse dentro de la militancia. Las fiestas y los regalos corrían a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Mientras Job comenzaba a dar muestra de sus aspiraciones dentro de la política como delegado del C4 dejó mucho que desear. Las llamadas de extorsión se dispararon a la par de los secuestros virtuales.
Su único legado ha sido el haber gastado miles de pesos en la instalación de las cámaras de video vigilancia que se colocaron en la región, mismas de las cuales al igual que él han sido de poca utilidad.
El Buen Tono