Por coincidencia, tuve la oportunidad de hablar con Angeles Corte, directora general del centro de estudios para el adelanto de las mujeres y la equidad de género de la cámara de diputados.
Resulta que hay seis tipos distintos de violencia, según la ley general de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia. Y estos tipos de violencia se han incrementado sustancialmente de 2006 a 2011, según la encuesta nacional de relaciones en los hogares. Así que si usted piensa que no hay violencia en este país más allá de los balazos esta totalmente equivocado. Somos un país violento en general.
Los tipos de violencia son: Física, psicológica, sexual, económica, patrimonial y relacional. La física todos la entendemos. La psicológica se refiere a aquélla violencia que afecta el pensamiento y los sentimientos de las mujeres, daña la estabilidad psicológica de las mujeres. Puede ser celos, insultos, humillaciones, devaluación, indiferencia, comparaciones destructivas, rechazo, etc. Este tipo de violencia puede llevar al aislamiento, a la disminución en la propia autoestima, y llegar hasta el suicidio.
La sexual, es cualquier acto que degrada o daña el cuerpo o la sexualidad de la víctima, en tanto que afecta su libertad y su integridad física. La económica es la afectación de la supervivencia económica de la víctima. Las limitaciones de ingreso, salario menor por trabajo igual. La violencia patrimonial se manifiesta en la sustracción (quitarle), destruir, retener, documentos, recursos, y derechos patrimoniales de la víctima. Un ejemplo es cuando la mujer cobra un salario o una herencia, el cónyuge se adjudica el bien o les quita el dinero.
La violencia relacional, es cuando afecta los vínculos que tiene la víctima. Prohibiendo a la mujer relacionarse con su familia, con sus amistades, y en general con sus relaciones.
Hoy por hoy, hay se ha definido una nueva violencia, la política. La discriminación en puestos públicos de primer nivel, la violencia que sufre una mujer en el ejercicio de un servicio público. En la propia cámara de diputados hay 36.5% de mujeres, sin embargo sólo presiden el 12% de las comisiones ordinarias. Si en nuestro propio congreso de la Unión hay discriminación laboral, imaginemos en el resto del servicio público y privado.
El poder legislativo es el único poder que no tiene unidad de género. Que significa que en todos los poderes debe de haber una revisión para verificar que se cumpla la igualdad de género.
En Veracruz hemos visto que incluso las diputadas locales tienen menos juego político que los diputados locales, y las presidentas municipales son mucho más perseguidas y atacadas, incluso por sus preferencias sexuales. Mientras a un hombre se le aplaude lo mujeriego, o se le dispensa la posible homosexualidad, a una mujer en el poder se le exhibe brutalmente por cualquiera de ambas causas. Incluso la tan acostumbrada difamación del servidor público, es mucho más dura tratándose de mujeres que de hombres.
Lo invito o la invito, a analizar si es usted víctima o victimario de algún tipo de violencia contra la mujer. La cual también puede ser ejercida en contra del hombre en menor medida.
En el año 2006 de acuerdo a la encuesta endireh, el porcentaje total de mujeres de 15 años o más con algún incidente de violencia a lo largo de su relación con su pareja era de 43.2%, para el 2011, se tiene un 46.1%. En cuanto a violencia emocional las cifras van de 37.6%, y en 2011 llegó al 42.4%. Respecto de violencia económica sube de 23.4% a 24.5% en el 2011 Hubo dos notas alegres, en el caso de violencia física, ésta bajó del 19.2% al 13.5% y en el caso de violencia sexual se pasó de 9% al 7.3%. Esto no podemos considerarlo como un triunfo. Mientras haya un solo caso de violencia y en especial, de violencia sexual, estamos mal como país y sobre todo como sociedad.
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