CÓRDOBA.- Con más de 44 años recorriendo las calles de Tezonapa y Cosolapa a bordo de su triciclo, “El Pariente”, como cariñosamente es conocido por familiares y por los que considera buenos amigos: sus clientes, continúa llevando hasta los hogares, golosinas y frituras, cuya venta ha dado el sustento a su esposa e hijos.
Seguramente también lo has visto a un costado de un conocido centro comercial, quizá vas de prisa al trabajo y le compraste unos chicles o para el antojo unas papas y chicharrones.
Don Esteban Hernández Hernández, es parte del día a día de Tezonapa y Cosolapa; con 66 años a cuestas, en su mayoría dedicados al comercio, representa el esfuerzo y dedicación por salir adelante en una actividad que le permitió brindarle estudios a sus tres hijos, uno de ellos ya profesionista.
“Siempre me ha gustado vender; en la vida que he llevado he sido feliz, a veces no necesita uno de muchos lujos, con tener cariño, apoyo de la familia y eso sí, salud es suficiente”.
Pese a los años, don Esteban se ve fuerte, lúcido y decidido a continuar “echándole ganas” para seguir viviendo la vida como le gusta; tiene nueve nietos a los que disfruta y asegura que por ellos tiene que seguir adelante.
Su jornada comienza muy temprano y acaba hasta que el pueblo queda desierto, cuando Tezonapa se detiene, sus locales cierran y no hay posibles clientes en las calles que busquen calmar el antojo o las ganas de un “cigarrito pa’l frío”, en ese momento regresa al lado de Nohemí, su esposa, con quien está “felizmente casado”.
La situación se le puso difícil con la pandemia; sin embargo, no pierde la esperanza de que las cosas mejoren y que tanto Tezonapa (lugar que lo vio nacer) y Cosolapa donde ahora radica, sean como en sus mejores tiempos, prósperos y alegres como él los recuerda. Este Día del Padre, será agasajado por su esposa e hijos, quienes lo respetan y admiran por seguir siendo el pilar de la familia.