Bien por Erick Lagos Hernández, al tejer fino un problema social que amenazaba estallar este inicio de semana, al determinar la organización anarquista Antorcha Campesina suspender la marcha programada para este martes, donde movilizarían a más de 10 mil personas, según su líder Samuel Aguirre Ochoa, un gángster que recuerda épocas infaustas del salinato.
Luego de una reunión en el WTC de Boca del Río, donde el gobernador Javier Duarte de Ochoa atendió a la agrupación acompañado por todo su gabinete, se determinó que en los próximos días se atenderían y resolverían todas las peticiones de la agrupación.
En estricto sentido, no se tendría por qué volcarse tanta atención y recursos a este grupo de violentos y arrebatados que se creen gobierno, pero la política es así, una negociación en aras de la paz social.
Antorcha Campesina, “hoy preocupada por las mayorías” sostiene que su inconformidad es ante las obras pendientes como construcciones de aulas; faltan caminos rurales, hay puentes que aún no terminan, carreteras; no hay centros de salud en las comunidades y “están detenidos los programas de apoyo al campo”, según Aguirre Ochoa.
Si lo dijeran los verdaderos campesinos que dice representar, tal vez resultaría creíble, pero en voz de este asaltante de oficinas que manejan recursos, no lo es.
Sin embargo el gobernador Javier Duarte, ya cuereado en el quehacer político, ordenó que se hiciera “una cuantificación para posteriormente hacer una calendarización de la fluidez de recursos y así continuar con todas las obras que están pendientes en el Estado”.
Lo que se puede pagar en política es barato.
El secretario de Finanzas y Planeación, Fernando Charleston Hernández, fue instruido para que los atienda y entregue el nuevo calendario de actividades para reiniciar las obras pendientes así como la reactivación de proyectos que se encuentran atrasados.
“Antorcha no quiere confrontar ni generar problemas al gobierno y mucho menos a los ciudadanos y dando muestra de cordura y prudencia tomó el acuerdo de suspender la marcha de este martes pero esperamos tener respuesta pronta y positiva, de lo contrario, el próximo miércoles 7 de mayo estaremos marchando los 10 mil antorchistas que ya habíamos anunciado”, dice su dirigente.
Es decir, somos prudentes, pero no pendejos; somos partidarios de la cordura pero si no resuelven pronta y positivamente “marcharemos los 10 mil antorchistas”… somos buenos pero malos, muy malos, advierten.
Pura grilla.
Chillar para mamar y recordarnos que Antorcha Campesina es una organización creada en el mandato de Carlos Salinas de Gortari como brazo armado para combatir y atomizar a las verdaderas organizaciones campesinas.
Hace 38 años, Aquiles Córdova Morán fundó este organismo que forma parte de la estructura del llamado voto verde del PRI.
A lo largo de ese periodo, acumuló tantos bienes materiales y empresas que es difícil cuantificar la fortuna económica de este líder nacional y su familia regada en 20 estados del país.
Sin embargo, según cuantificaciones de los propios antorchistas, la fortuna no baja de dos mil millones de pesos.
Córdova Morán encontró el secreto de la complicidad de funcionarios de los tres niveles de Gobierno para obtener de PEMEX 30 concesiones de gasolineras, además de terrenos para construir viviendas y hoteles.
El portal oficial de Antorcha resalta que un grupo de profesores y estudiantes de la Escuela Nacional de Agricultura buscaba ayudar al campo y elevar el nivel de vida de los campesinos y que actualmente tiene presencia en 20 estados con 200 mil seguidores.
Lo cierto es que de ese supuesto grupo de activistas sobresalen Córdova Morán y sus seis hermanos, más sus sobrinos, cuñados y compadres, quienes mantienen el control de la organización campesina.
Los hermanos de Aquiles Córdova Morán son: Eleusis, Hersilia, Ulises, Perseo, Lorena y Soraya. Los sobrinos: Franklin Campos Córdova, Amina García Córdova, Eduardo Campo Flores, Lenin Campos Córdova y Soledad Solís Córdova.
También forman parte de las filas antorchistas su cuñado: Juan Manuel Celis Aguirre, su compadre Tolentino Román y su esposa Marisela Serrano. Aparecen además Samuel Aguirre Ochoa y su esposa Minerva Salcedo.
¿Samuel Aguirre Ochoa? ¿Minerva Salcedo?..
¡Bingo! Son los que están aquí, en el seno veracruzano.
La historia de Antorcha Campesina tiene más pasajes oscuros y turbios que beneficios para sus allegados del campo. Por ejemplo, en el municipio de Chimalhuacán, estado de México, uno de los bastiones más importantes de Antorcha Campesina, Everardo Lara Covarrubias, quien forma parte de la dirigencia nacional y líder en el Distrito Federal, aparece como el concesionario de la gasolinera número 7655 otorgada por PEMEX.
Otra historia se registra en el estado de Oaxaca. El líder de Antorcha es dueño de la gasolinera que se ubica sobre la carretera federal a 80 metros del crucero San Francisco. Según datos del INEGI, el municipio de San Sebastián Teitipac, tiene mil 735 habitantes y registra un alto grado de marginación.
En Puebla, en Tepeji de Rodríguez, Puebla, tienen otra concesionaria de PEMEX que administra Franklin Campos Córdova, sobrino del dirigente nacional de Antorcha, Aquiles Córdova Morán. La gasolinera abastece de combustible a los vehículos del Ayuntamiento.
En el estado de Veracruz, Antorcha Campesina también ha obtenido beneficios. El gobierno de Javier Duarte entregó al Movimiento Antorchista Nacional 48 mil 396 metros cuadrados de tierras de reservas ubicados en Xalapa.
En el acta de entrega recepción del 18 de noviembre del 2011, el entonces director general del Patrimonio del Estado, Carlos Hernández Martínez, cedió a la representante del Movimiento Antorchista en Veracruz, Minerva Salcedo, el terreno de 48.3 hectáreas.
Por estos meses los antorchistas han estado soltando dinero para que se hable bien de ellos, para que les pinten una imagen de benefactores, de servidores sociales, de gestores ante el gobierno. Sin embargo, Samuel Aguirre Ochoa y Minerva Salcedo no son más que un par de pillos de siete suelas.
Vendrán, sin embargo, tiempos mejores.
Tiempo al tiempo.
Pequeñeces:
Hay muertos que no mueren. Uno de ellos es Jorge Uscanga Escobar, un político-político que siempre supo entender eso de los tiempos… sabia virtud. “En sus épocas malas es tiempo de guardar, en las épocas buenas los tiempos son para compartir”, decía don Fernando.
Al señor Uscanga lo conocí hace 29 años ¡Cómo pasa el tiempo loco! En Veracruz todo se preparaba para el arribo de un político que iba a hacer historia, que sería leyenda. Y Jorge estaba ahí listo desde su poderosa trinchera de la secretaría general del PRI, allá en el viejo edificio de Ruíz Cortines. Dante era el jefe, pero Uscanga el estratega. No conocía a don Fernando Gutiérrez Barrios, candidato a la gubernatura, pero no hubo necesidad de ello. Don Fer todo lo sabía. Poseedor del mejor archivo político de la república, bien sabía la vida, obra y milagros de este amigo que se tuteaba con los brujos de Catemaco. Hasta la muerte de don Fernando, Jorge Uscanga se mantuvo fiel en la lealtad, en la amistad, en el servicio público, en el trabajo político inacabable. Jorge Uscanga ha trascendido en la política casi cuatro décadas. Siempre vigente, controvertido como todo político que se precie de serlo. Fidel Herrera siempre lo odió, pero no lo pudo derribar a pesar de tener todo el pinche poder en sus manos. Procurador, alcalde de Xalapa, secretario de Estado en varias ocasiones, legislador local y federal, dirigente del PRI en el estado, integrante del círculo próximo de Luis Donaldo Colosio y amigo-amigo de su compañero de curul, Emilio Chuayffet Chemor, el de Catemaco sirve hoy en el DF desde la trinchera de la Secretaría de Educación Pública. Es el más cercano al secretario. Y ha dicho a este reportero que está bien y que no tiene pensado regresar… al menos en lo que resta del sexenio. Es el coordinador general de Atención Ciudadana de la SEP, quien no suda ni se abochorna. Espera tiempos nuevos en el entendido que la política es de circunstancias, no de corazonadas.