“Hillary Clinton es un símbolo de fortaleza para las mujeres de todo el mundo. De ella es la famosa frase: ‘Los derechos de las mujeres son derechos humanos’. Pero no sólo lo dijo, también ha dedicado su vida a empoderar a las mujeres del mundo a través de la política y la filantropía. Ha sido una fuente de fortaleza para muchas mujeres líderes, incluyéndome a mí, a mi familia y a los que estaban cerca de mí después de que me atacaron. ‘Continúa con tu misión, se fuerte, creemos en ti…’, fue lo que me dijo a mí, a mi padre y al resto del equipo del Fondo Malala cuando la conocimos el año pasado en los premios de la Iniciativa Global Clinton. Su vida y su liderazgo muestran lo que las mujeres podemos lograr si creemos en nuestra propia fuerza y si canalizamos nuestra creatividad, compasión y determinación. Un mundo con más mujeres líderes será un mundo mejor, y Hillary Clinton está ayudando a hacer esto posible.”
Lo anterior viene de la pluma de Malala Yousafzai, la ahora adolescente paquistaní que hace un par de años fue atacada por talibanes por defender su derecho a la educación. Lo escribe para la revista Time. Y es que la publicación reveló ya la lista que año con año nombra a las 100 personas que más influyen en el mundo; y ella —Malala— fue la encargada de explicar el porqué la exsecretaria de Estado de Estados Unidos es uno de estos personajes.
Qué maravilla de semblanza hace de Hillary, no sólo porque viene de la paquistaní, sino porque es un ejemplo perfecto y preciso del poder, de la inspiración que un líder —y, además, mujer— provoca en el resto del mundo. Malala (quien también forma parte de esta lista) tomó en Clinton parte de la inspiración que la mueve a defender el derecho de que cualquier niño o niña puede tener a prepararse, a cuestionar; a no sólo creer o soñar en un mundo mejor, sino a trabajar para lograr los cambios necesarios. O al menos eso es lo que escribe, y que seguramente coincidirá con la imagen de otros tantos líderes más.
Y es que de eso justo va esta lista. El alcance que ciertos personajes tienen en todas partes del mundo. El nexo entre Malala y Hillary es el ejemplo. La primera, quien hasta antes del ataque que sufrió, viviendo en un país con una cultura tan distinta a la de occidente, vio en Hillary un ejemplo de lo que podía lograr.
Por eso mismo, cuando Alfonso Cuarón comenzó con ésta que fuera su temporada de premios, fue que celebramos los reconocimientos que recibió gracias a Gravity. El mismo Alfonso también forma parte de la lista de éstos, los 100 personajes más influyentes en el mundo que publica Time. El único mexicano, por cierto; “desde luego, admiramos su tenacidad, que le ha permitido hacer varias de las obras visualmente más impresionantes en los últimos años. O, también, admiramos la autenticidad y emoción que da a universos preexistentes…”, escribió de él, J.J. Abrams, uno de los productores de cine y televisión más influyentes de Estados Unidos.
Y todos ellos son influyentes porque inspiran en su país o en cualquier parte del mundo. Y ese es el mejor legado que un líder deja. Abren caminos, para pensar que todos los cambios —y los sueños— tienen vías para volverse una realidad.