- Por Andrés Timoteo / columnista
A BAILAR CON EL MÁS FEO
A los cordobeses les tocará ‘bailar con el más feo’, como dice el refrán pero aplicado en masculino, porque las candidaturas de todos los partidos políticos y sus coaliciones se las dieron a varones. También porque ninguno de los que serían nominados ofrecen algo edificante, sino al contrario, hay quienes representan toda la carga de un pasado turbio y son verdaderamente impresentables.
De lo que se sabe hasta ahora, la coalición formada por los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), tendrá como abanderado al empresario Guillermo Rivas Díaz, quien ya fue alcalde suplente en el 2013 sustituyendo al terrablanquense Francisco Portilla Bonilla que fue una calamidad para el municipio.
A ocho años de distancia resucitaron al señor Rivas para mandarlo a la campaña electoral aun cuando es, sin lugar a dudas, un auténtico mensajero del pasado.
Su rival a vencer sería el médico Juan Martínez Flores, diputado federal con licencia y quien obtendría la nominación de la alianza formada por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el Trabajo (PT) y el Verde Ecologista de México (PVEM), de acuerdo con lo trascendido en las últimas horas.
Ni a cuál irle de los dos, dirían los claridosos. Ni Rivas ni Flores garantizan nada bueno. Es más, mediáticamente o, mejor dicho, a la luz del marketing electoral nada más de verlos se alborota la somnolencia.
Los dos son de la tercera edad, uno tiene 78 años y el otro 65, aunque eso no es un impedimento ni mucho menos significa que no tienen capacidad política, lo malo es que su imagen compagina con su discurso setentero, populista -en el caso de Flores Martínez- y parsimonioso.
Aún así, entre los dos quedaría la alcaldía porque son los representantes de las fuerzas partidistas que están en disputa real, los demás candidatos son anecdóticos. Sin embargo, la corriente lopezobradorista no es el único enemigo de Rivas Díaz, pues tiene en contra la operación electoral -o ‘mapachil’, para ser más claros- del mismo palacio municipal.
No es un secreto que a la actual alcaldesa, Leticia López Landero, le conviene que el empresario sea derrotado por doble motivo. Uno, cumpliría el pacto de entregarle el ayuntamiento a Morena y por el otro lado, entre menos votos tenga el panismo -inmerso en la coalición opositora- más espacios tendrá para colocar a diputados plurinominales y en la quinta posición del listado va su hijo, Isaac Luz López, director del DIF municipal. Entonces, el candidato Guillermo Ríos no sólo competirá contra el partido Morena y el gobierno estatal, también contra la alcaldesa López Landero y el aparato municipal.
El virtual candidato morenista, el médico Martínez Flores, poco tiene qué ofrecer como trabajo a favor de los cordobeses, porque no hizo nada siendo diputado federal. No hay una sola ley ni una sola gestión de obras o servicios públicos que haya hecho para el beneficio de sus electores. Es decir, llegará con nada bajo el brazo a pedirles el voto a los ciudadanos del municipio.
GOLPE AL GOLPEADOR
Pero Martínez Flores también tendrá doble enemigo, ya que no pertenece al grupo político del actual secretario estatal de Educación, Zenyazen Escobar García, quien buscaba instalar un cacicazgo local y que seguramente le hará contra-campaña. Ambos tienen diferencias desde los comicios del 2018 cuando se sacaban la lengua y se ponían zancadillas. No olviden que Escobar quería ser candidato a la diputación federal y le ofrecieron un cargo en el gabinete para que desistiera.
Martínez Flores desbancó al diputado local con licencia, Rubén Ríos Uribe, cercano a Escobar García y quien anda llorando por los rincones como una Magdalena porque se le cayó la nominación. La tarde del lunes, Ríos Uribe mandó a sus seguidores -pocos- a marchar por las calles de la ciudad exigiendo que le den la candidatura, pues asegura que fue él y no Martínez el ganador la encuesta de popularidad -risas- y ¿adivinen a dónde terminaron la protesta? No en la sede local de Morena sino ¡en el palacio municipal gobernado por una panista! ¿No es casi poético el desatino? Más risas.
Lo cierto es que Martínez Flores representa un menos riesgo para el morenismo porque a Ríos Uribe lo persiguen sus pifias como presidente de la legislatura, su holgazanería como representante distrital – tampoco no hay una sola ley ni obra que beneficie a los cordobeses- y la acusación de ser un golpeador y abusador de mujeres. De haber sido candidato, la fama misógino y violento con las mujeres lo perseguiría en toda la campaña, y hasta el árbitro electoral llegaría la petición para negarle el registro.
Y como bien escribió un columnista porteño, la que está en grave peligro es la pareja sentimental de Ríos Uribe, la que en octubre denunció la golpiza, porque con ella se desquitará ahora que lo tumbaron de la candidatura. Como buen misógino y agresor de mujeres seguramente le echará toda la culpa de su desgracia política y la agarrará de bulto de ‘sparring’. ¡Alguien que alerte a la señora para que huya de él! Por lo pronto, todo apunta a que fue noqueado el golpeador.
De ahí que fue un matracazo la exhibición hecha por el colectivo feminista Brujas del Mar que lo incluyó entre los 27 varones que buscan cargos de elección popular a pesar de haber ejercido la violencia de género. Todo apunta que noquearon al golpeador, aunque no haya sido físicamente.
También está sacudido el proyecto del secretario Zenyazen Escobar para tener un entablado de predominio político en la zona centro. Esto porque en Orizaba se duda mucho que Morena le gane la alcaldía al grupo que lidera el exalcalde Juan Manuel Diez, quien va por su tercera gestión municipal. Tampoco pudo imponer a su esposa, Liliana López Coronado, en la candidatura a la diputada federal por ese distrito.
Se habla que tratará de colocar a su cónyuge ya sea en alguna candidatura local en los distritos de Orizaba o Mendoza o en alguna alcaldía del corredor fabril de donde es originaria, pero son escasas las expectativas de triunfo. Vaya, ya sólo le quedaría el ayuntamiento de Fortín de las Flores donde pretenden imponer al también flojonazo diputado local, Víctor Vargas Barrientos, otro que no ha hecho nada por los fortinenses aunque es plurinominal, porque no fue elegido por votos sino por tómbola.
Todo lo anterior también confirma la inocuidad de Esteban Ramírez Zepeta, metido con calzador en la dirigencia estatal del partido Morena pues no solo en Córdoba sino otros municipios importantes pudo colocar a personajes cercanos a palacio de gobierno ni al de los grupos políticos que lideran Escobar García o el secretario de Gobierno, Patrocino Cisneros y el presidente de la Junta de Coordinación Política en el congreso estatal, Javier Gómez Cazarín.
No es un secreto que la designación de candidaturas la lleva el líder nacional, Mario Delgado, quien no recibió el apoyo del gobernante estatal, Cuitláhuac García ni se sus incondicionales ya citados en la contienda interna de Morena. En Jalapa, será candidato el senador con licencia, Ricardo Ahued y su nominación fue maniobrada desde el altiplano porque ninguno de los candidatos de palacio de gobierno tenía posibilidad de victoria.
En el puerto de Veracruz va de nueva cuenta el diputado federal Ricardo Exhome Zapata, quien apoyó abiertamente a Mario Delgado, que era su coordinador parlamentario, en la disputa por la dirigencia nacional. En Coatzacoalcos iría el diputado local, Amado Cruz Malpica, el único -hasta el momento y entrecomillas- medianamente ligado al cuitlahuismo pues no hay que olvidar que fue bloqueado para ser titular de la Junta de Coordinación Política al inicio de la legislatura local a pesar de su experiencia parlamentaria y en su lugar colocaron al tuxtleco, Gómez Cazarín.
Por cierto, éste último también fue vetado desde la dirigencia nacional para buscar la candidatura a la alcaldía de Coatzacoalcos para la cual ya se andaba promocionando y no le quedó otra que optar por la reelección como diputado local, de acuerdo con las versiones, aunque no repetirá en la Coordinación Política porque todo apunta a que Morena perderá la mayoría. Será uno del más del montón.
LA DAMA DE LOS ENCAJES
El viernes de la semana pasada se cumplieron dos años del incendio en la catedral NotreDame de Paris, uno de los mayores símbolos del catolicismo y joya de la arquitectura gótica. Los trabajos de reconstrucción van lentos, pero se mantiene la misma fecha para su reapertura al culto y al turismo: el 16 de abril del 2024, según remarcó el presidente galo Emmanuel Macron.
Esto pese a que la pandemia de Coronavirus evidentemente retardó el proceso de reconstruir el techo y otros elementos como la Punta de Aguja que fue derretida por las llamas aquel 15 de abril del 2019.
Sin embargo, hay una bolsa de 833 millones de euros -casi 20 mil millones de pesos mexicanos-aportada por 340 mil donadores franceses y del resto del mundo para su restauración. Aquí también hay polémica -¿cómo no haberla en este ícono mundial?- pues el proyecto es reconstruirla con los elementos originales de hace 800 años y para eso ya se localizó un yacimiento de piedra calcárea en el sur de Francia del cual se extraerán las toneladas para restituir la roca dañada en la conflagración y se talarán 2 mil robles de los bosques del país para el entramado de madera.
Algunos ecologistas han puesto el grito en el cielo acusando un daño ambiental por esos recursos naturales que se explotarán y a contrapeso proponen usar acero y hormigón lo que, a su vez, hizo gritar a los historiadores y expertos en el arte medieval. Lo sintetizan con simpleza: ¡imposible vestir con poliéster a la ‘Dame à dentelle’! – ‘Dama con encajes’ -. Sería un sacrilegio, un atentado mundial, alegan implacables. Tienen razón. Si se talan arboles y se extraen minerales para otras cosas menos importantes, NotreDame de Paris es un fin más que justificado y precioso para esos materiales.
