Orizaba.- Helkyn Enríquez Báez, vocero diocesano, lamenta que todavía no aprendamos a ser responsables y caigamos en el egoísmo de buscar nuestro propio beneficio, esto al ser cuestionado en referencia a que Orizaba volvió al color naranja en el semáforo epidemiológico.
Esperemos que este retorno al semáforo naranja no tenga pérdidas humanas o complicaciones a las
familias y genere lo que por lo regular esta enfermedad ocasiona, que es la pérdida económica, ausencia a los trabajos y pérdida de vidas, manifestó el cura.
Expresó que el semáforo no siempre refleja lo que podemos constatar a nivel objetivo y era lógico que se regresara al color naranja después de ver a muchos vacacionistas en la ciudad, las actividades de esparcimiento, el descuido en el confinamiento en esta temporada vacacional.