Orizaba.- A pesar de que algunos padres de familia prefieren que sus hijos emprendan alguna profesión diferente al sacerdocio o que formen una familia, todavía hay quienes con mucho gusto manifiestan su deseo de aceptar el llamado de Dios.
Dijo lo anterior el coordinador de la Pastoral Vocacional en la Diócesis de Orizaba, Valentín López Cruz, quien durante la Semana Santa dirigió los trabajos del Tercer Preseminario al que acudieron al menos 50 jóvenes de distintas edades.
Los muchachos provenientes de la región de Zongolica, del Pico de Orizaba, de la zona fabril de Río Blanco, Nogales y Orizaba estuvieron siendo entrevistados por los sacerdotes formadores del Seminario Diocesano la Sagrada Familia, los sensibilizó en una charla el Administrador Diocesano de Orizaba, Francisco Aguilera Medrano.
Si bien a lo largo de un tiempo se ha estado observado una serie de aspectos que les encaminan a formar parte del seminario, también es verdad que factores como el noviazgo, negativa de sus padres o que les atraiga otra carrera, podrían causar que de aquí al próximo mes de agosto, algunos de los aquí elegidos como candidatos al seminario ya no ingresen.
Y es que no es fácil formar una matrícula cada año. Se hacen evaluaciones mediante entrevistas, jornadas vocacionales y se observa especialmente que tengan interés por la vida o ministerio sacerdotal, todo ello es indicativo, pero lo complementan otras cosas propias de la formación.
El Preseminario es una “probadita” de la vida del seminario. Quienes participan deben ir conociendo y aceptar la disciplina en la oración, vivir en comunidad y convivir a pesar de la diferencia de criterios y gusto de sus compañeros.
Matilde De los Santos Parada
El Buen Tono