Córdoba.- Monseñor Eduardo Patiño Leal presidió la noche de ayer la vigilia Pascual en donde bendijo el Fuego Nuevo y bautizó los catecúmenos (adolescentes y adultos). Oró porque se expulse el odio y se doblegue a los potentes.
Con la bendición del Fuego Nuevo que significó el inicio para un espíritu renovado enfocado a la luz de Cristo, Patiño Leal llamó a todos los católicos que se conglomeraron en la Catedral de la Inmaculada a permanecer en oración para lograr la expulsión del odio de los corazones.
Una vez bendito el Fuego Nuevo la procesión entró en el templo en plena oscuridad y en seguida se compartió a los fieles asemejando la espera para el regreso del Señor. De inmediato se meditó la Palabra y promesas del Señor. El Obispo bendijo el agua y consumó el Bautismo para los catecúmenos.
Además los presentes aprovecharon para encender sus velas del bautismo y llevar un cirio pascual a la iglesia o agua bendita, para tener en sus hogares asemejando la entrada de la luz de Cristo en sus hogares que desaparecerá las tinieblas.
Yessica MartÌnez Arg¸elles
El Buen Tono