El Día Mundial del Riñón es celebrado cada segundo jueves de marzo, órgano de cuya salud y correcto funcionamiento depende nuestra calidad y esperanza de vida.
Ser diagnosticado con enfermedad renal puede ser un gran desafío, tanto para el paciente como para las personas que lo rodean. Su diagnóstico y manejo, particularmente en las etapas avanzadas de la enfermedad renal, impacta severamente en sus vidas al reducir su capacidad, y la de sus familiares y amigos, para participar en actividades cotidianas como el trabajo, los viajes y la socialización, al tiempo que causa numerosos efectos secundarios problemáticos, por ejemplo, fatiga. , dolor, depresión, deterioro cognitivo, problemas gastrointestinales y problemas para dormir.
Con respecto a ello, debemos consignar que de acuerdo con información obtenida de la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN, por sus siglas en inglés) y la Federación Internacional de Fundaciones del Riñón (IFKF, por sus siglas en inglés), alrededor de 850 millones de personas a nivel global son aquejadas por la Enfermedad Renal Crónica (ERC), lo que la posiciona como la decimoprimera causa de mortalidad mundial, ocasionando el fallecimiento prematuro de entre 2.3 y 7.1 millones de seres humanos, ya sea por falta de acceso a diálisis, hemodiálisis o trasplante renal.