- Alertan IRU, tras encuesta
- Un conductor de tráiles capacitado puede ganar más de 50 mil pesos mensuales.
CDMX.- Basada en su encuesta anual de déficit de operadores, la International Road Transport Union (IRU), reveló que, a pesar de la reducción de la demanda de servicios de autotransporte debido al COVID-19, todavía hay una escasez alarmante de conductores a nivel mundial, la cual se agudizará durante el presente año.
Al encuestar a 800 empresas de autotransporte de carga y pasaje de más de 20 países, encontró que pronostican que la escasez de conductores se intensificará durante el presente año a medida que las economías se reactiven y la demanda de servicios de transporte aumente considerablemente.
Las empresas europeas esperan un déficit del 17 por ciento, cifra que se colocaba en cinco por ciento durante 2020. En Turquía pasará del siete al 20 por ciento; en Rusia llegará al 24 por ciento y casi un tercio en Uzbekistán, destaca la fuente encuestadora en su informe.
En el caso de México, en 2020, los puestos de operador sin cubrir abarcaban el siete por ciento y para 2021 estiman los encuestados, llegará al 18 por ciento.
“El déficit en el sector amenaza el funcionamiento del autotransporte, las cadenas de suministro, el comercio, la economía y, en última instancia, el empleo y el bienestar de los ciudadanos. Este no es un tema que pueda esperar, se deben tomar medidas ahora”, dijo el Secretario General de la IRU, Umberto de Pretto.
En este estudio, también indagó sobre las razones de la escasez de conductores, y encontró que la falta de personal capacitado era la causa principal en todas las regiones, incluyendo México.
En nuestro país destacaron otras respuestas como la pobre imagen de la profesión, las difíciles condiciones de trabajo, dificultad de atraer jóvenes y mujeres a dicho mercado laboral.
Causas
A nivel global, la encuesta de IRU apuntó a resultados mixtos en la búsqueda de la industria para atraer a más mujeres en todas las partes del sector. Sólo el dos por ciento de los conductores de camiones en el planeta son del sexo femenino ylos países encuestados vieron caer el porcentaje de este segmento de población.
Sin embargo, hubo señales alentadoras en Europa con la proporción de mujeres conductoras de autobuses que aumentó del 10 al 16 por ciento de la fuerza laboral total en 2020.
El porcentaje de conductores de camiones menores de 25 años cayó en casi todas partes en 2020, desde niveles ya bajos hasta el cinco por ciento en Europa y Rusia, así como el seis por ciento en México, indicó la fuente.
Con la edad promedio de los operadores profesionales en el orbe, ahora cerca de los 50 años y cada ciclo envejeciendo de manera constante, esta bomba de tiempo demográfica únicamente empeorará si no se toman medidas para reducir la edad mínima del conductor, alertó IRU.
Sugerencias
Dado que el desempleo juvenil supera el 30 por ciento en algunos países, atraer a los jóvenes al sector debería ser sencillo. Sin embargo, la edad mínima es de 21 años o más en muchos lugares, lo que crea una gran brecha entre dejar la escuela y tomar el volante. Esta agrupación sugiere que los gobiernos deben establecer la edad mínima para los conductores capacitados en 18 años, con adiestramiento a partir de los 17, a fin de desbloquear el potencial de la profesión como motor de trabajo global.
Asimismo, una mayor inversión en paraderos seguros para solucionar el enorme déficit global actual haría más atractivas las condiciones de los conductores de larga distancia y haría que más personas se pusieran al volante, especialmente mujeres.
La capacitación y la certificación siguen siendo vitales para atraer y desarrollar operadores capacitados, especialmente con nueva tecnología, expectativas de seguridad y estándares de cumplimiento.
“Las soluciones están ahí, pero si los gobiernos no actúan ahora para facilitar el acceso a la profesión, mejorar las condiciones de trabajo y capacitar a la fuerza laboral, el déficit de operadores continuará interrumpiendo y eventualmente dañará irreparablemente la movilidad y las cadenas de suministro”, concluyó Umberto de Pretto.