- TRAS TRES AÑOS DE LUCHA
Orizaba.- El tintineo de la campana ubicada en el exterior de la sala de quimioterapia en el Hospital General Regional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Sur anunció una nueva vida para la pequeña Italletzy P. de tan sólo ocho años de edad, quien superó una batalla de tres años contra el cáncer.
Acompañada por sus padres y luego de jalar el cordón de la campana, Ita, como cariñosamente la llaman, recibió aplausos y felicitaciones del personal, así como el reconocimiento por el valor y fortaleza que demostró en cada una de las sesiones de quimioterapia que recibió, tratamiento que continuó a pesar de la emergencia sanitaria por Covid-19, con todas las medidas de seguridad y prevención.
Víctor Hugo Cabrera García, oncólogo pediatra del hospital, explicó que la leucemia linfoblástica aguda es uno de los padecimientos oncológicos de mayor recurrencia entre la población infantil; se origina cuando hay un aumento anormal de los linfoblastos, mismos que llegan a desplazar a las células sanas de la médula ósea, lo que causa baja en los
glóbulos rojos.
“Éste, al igual que otros tipos de cáncer, detectado a tiempo ofrece altas probabilidades de curación, tal como ocurrió con Ita. Dar de alta a una paciente y mantenerla en vigilancia es uno de los días más bonitos y satisfactorios de nuestra labor como personal de salud”.
Al abundar sobre la historia de Ita, informó que fue derivada al servicio con situaciones muy particulares, como la presencia de abscesos en la piel y pierna; mediante exámenes de sangre se detectaron alteraciones y al llevar el protocolo de estudio, que incluye aspirado en la médula ósea, se confirmó el diagnóstico, por lo que se inició de inmediato el
tratamiento.
Por su parte, Emma Leonor S. compartió que a su hija, Italletzy, entonces de cinco años de edad, le fue diagnosticada leucemia linfoblástica aguda y a partir de ese momento, la atención que recibió en el IMSS fue integral y con una alta calidad humana y excelente trato.
Enfatizó que “el doctor Cabrera y el personal de enfermería han sido muy pacientes y cariñosos con Ita y a nosotros como padres nos han brindado un gran
apoyo”.
Dijo estar muy agradecida con la institución y su personal, quienes con su sabiduría y atención contribuyeron a que tres años y medio después, tanto los resultados previos como el estudio de aspirado de médula ósea arrojaran que ya no había presencia de células malignas en el organismo de su hija. “Es la mejor noticia que podemos recibir, lo que más hemos anhelado con todas nuestras fuerzas para Ita. Gracias a Dios y al IMSS, se acabaron las quimioterapias, los tratamientos y volverá a su vida normal”.
La mamá de Ita llamó a los padres, cuyos hijos enfrentan batallas similares, a no rendirse, confiar en Dios, en los médicos y el personal del IMSS, “que lleguen hasta el final para obtener buenos resultados; cáncer no
significa muerte”.
