Orizaba.- La etapa de la adolescencia es una de las más difíciles, en la que los padres más que prohibir deben dialogar y explicar a sus hijos, manifestó la coordinadora de Psicología del DIF, Mildred Monterrosas Villafuerte.
Consideró que de lo contrario surgen conductas rebeldes en donde reluce la falta de confianza hacia la familia prefiriendo la relación con los amigos, y el uso de las redes sociales sirven como escape al no sentirse parte de un núcleo familiar.
Explicó que los padres deben cambiar la programación neurolingüística, es decir utilizar mejores maneras de pedir o decir las cosas, se debe ceder para que los hijos puedan acatar las conductas.
Mencionó que la curiosidad es otra de las cosas que se deben encaminar correctamente para prevenir engaños; generar confianza desde dentro de la persona, analizarse de cómo es como padre, abrirse como ser humano antes de regañar o llamar la atención.
“Es una etapa de mucho cambio en donde los chicos quieren ser más independientes, tomar decisiones, formar un carácter distinto a lo enseñado, eso es sano porque van generando sus propias ideas pero la problemática nace cuando no hay congruencia con los valores o costumbres y tratan de imponerlas cuando los padres no los llevan a cabo”, expresó.
Indicó que una vez que nace la conducta rebelde hacia los padres con la falta de respeto ellos deben mostrar autocontrol porque de lo contrario es un círculo vicioso, no es lo mismo los limites en otras etapas como en la niñez, adolescencia y madurez, por lo que se debe tener el tacto para saber en qué etapa se encuentra el descendiente.
Carlos Guevara
El Buen Tono
