Santiago. Un violento incendio en un pobre sector del vecino puerto de Valparaíso, arrasó con cientos de casas hechas de materiales improvisados y provocó ya al menos 16 muertos, casi el triple de víctimas que en los dos terremotos recientes en el Norte Grande.
Las llamas se iniciaron el sábado y aunque desde un primer momento se decretó la alerta roja, años de sequía y fuertes vientos habituales en la región del litoral central, hicieron que el incendio se expandiera.
La tragedia porteña se avivó por la tarde y mientras la presidenta Bachelet ordenó entregar bonos en forma inmediata a los damnificadios para la adquisición de ropa pues miles perdieron absolutamente todo.
A media tarde un muro de fuego de más de ocho kilómetros se entendía entre cumbres y quebradas en una ciudad cuyo plan es muy escaso y que desde la dictadura se transformó en una zona de pobreza, perdió sus industrias y sus comercios, y donde empujadas por el desempleo las familias se desplazaron hacia los bosques cercano del océano, creando los problemas actuales.
Conforme pasaba el tiempo, se lograba controlar relativamente las llamas y los bomberos pusieron a salvo a cientos de personas, aunque se siguieron quemando viviendas. Las ráfagas de viento eran tan violentas que las construcciones en minutos se transformaban en ruinas humeantes.
Al caer la noche, fue necesario cortar el agua en el plan de Valparaíso y en la vecina Viña del Mar, para concentrar los recursos en la zona afectada.
Hay más de diez mil evacuados y 500 las viviendas quemadas, de acuerdo al balance realizado por la presidenta Michelle Bachelet. La Oficina Nacional de Emergencias (Onemí) señaló que el siniestro se originó cerca de las 16:30 horas del sábado en el camino interprovincial de La Pólvora, entre cerros y bosques, con gran cantidad de construcciones de madera y plásticos, a la altura del vertedero El Molle.
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