- El Obispo pide que se rece para que regrese la pacificación de Orizaba y la región.
Orizaba.- Al reconocer y sin precisar si está hablando de las autoridades municipales, de la administración o de los cuerpos policiacos, generalizando sobre lo acontecido en la pasada semana; el obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, al concluir la homilía del mediodía dijo que es cierto que hay fallas; sin embargo, se tiene que hacer oración para que regrese la paz y la tranquilidad.
En el marco del VI Domingo del tiempo Ordinario, desde la catedral de San Miguel Arcángel, dijo que “estas situaciones que pasaron durante esta semana, el Señor nos conceda la alegría de la paz y un municipio que hace bien el trabajo vale la pena respaldarlo, con nuestra oración nos encomendamos al señor”.
Dijo sentirse orgulloso de estar en Orizaba, pues “es una ciudad que tiene; en medio de muchas limitaciones si ustedes quieren ciertas situaciones propias de lo urbano, pero bendito sea Dios que entre todos los que formamos Orizaba, entre todos luchamos porque esté ordenada, esté limpia ¿o no?”.
Agregó que “a veces no falta quien por ahí le mete, que encuentra y le hace más grandota la falla y que sí las hay, yo le pido que recemos por Orizaba, por la seguridad en toda nuestra Diócesis y en todo nuestro Estado que está muy complicado, especialmente ahora por los acontecimientos que lastimaron la ciudad”.
Dijo que se pide “por los hermanos que fallecieron (los tres elementos), que volvamos otra vez a la paz y la tranquilidad y que tengamos mucha luz para escoger a las autoridades, hay autoridades que han hecho muy bien el trabajo, que lo siguen haciendo bien en Orizaba y sin duda en otros municipios más de la
Diócesis”.
Resaltó que “eso se hace con la colaboración de todos, que, no nos dejemos llevar por algún otro conflicto más allá de la seguridad, que Dios ilumine a las autoridades para que todo salga bien y que entre todos nosotros procuremos la paz, el bienestar y si no queremos más violencia, vamos a educar a la familia en la paz; las cosas cambian, si cambia nuestro corazón”.
Concluyó la misa al pedir que “Dios siga iluminando a nuestro municipio, a nuestras autoridades de Orizaba para que encuentren la ruta de bienestar y de la paz que todos nos sintamos seguros en nuestra ciudad, en el pueblo, en la comunidad en donde vivamos por que la paz es construcción de todos así que mucho ánimo”.
