- En el marco de la Jornada de Enfermos
- Detrás de cada deceso hay hijos, padres, hermanos y no sólo es un número más
Orizaba.- Ante una realidad en la que no se ha podido encontrar solución a un año de lucha contra la pandemia del SARS-CoV-2 se resaltó que tristemente México es uno de los países con un mayor número de contagios y muertes, por lo que se realizó el llamado para que no se vean las estadísticas de manera fría, pues detrás de cada deceso hay hijos, padres, hermanos y no sólo es un número más.
Sin la presencia de personas con algún padecimiento, en la catedral de San Miguel Arcángel se realizó la Solemne Misa por la Señora de Lourdes y la Jornada del Enfermos, misma que fue presidida por el obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, esta celebración inició después de las 13:00 horas en donde se cuido cumplir con todas las recomendaciones sanitarias.
“No podemos ser o manejar cifras, números de enfermos, de hospitalizados de decesos, la personas es más que eso, detrás de cada deceso, detrás de cada enfermo, no son número fríos, son familias, son hijos, hermanos padres de familia que sufren esa situación de sufrimiento, dolor y padecimiento; por eso el Papa nos anima a involucrarnos en las necesidades del prójimo con mucho respeto, valorando su dignidad”, resaltó.
Dijo que “esta jornada nos hace pensar en la enfermedad como una experiencia en la que se reconoce la vulnerabilidad y la necesidad de unos y otros; el enfermo no es una carga es un hermano, no es un gasto ahora que se privilegian otros gastos sobre la persona del enfermo en este país, es un hermano que tiene dignidad y merece la vida que necesita ser atendido y tenderle la mano”.
Dijo que “hay que tener cuidado de no ideologizar el servicio al enfermo, porque se corre el riesgo de servir más a las ideas, las personas no son ideas (…) asumiendo nuestra responsabilidad y cuidado sanitario que nos toca a nosotros, porque pareciera que ahora se culpa al ciudadano de todos los contagios y mucho tenemos nosotros de responsabilidad, pero creo que no toda”.
Indicó que no sólo hay que guardar la sana distancia, también se tiene que tender la mano y “tomar conciencia de este virus (…) estamos llamados a animar a la esperanza en medio de la escasez de medicinas, las situaciones críticas en los hospitales, de los médicos que se cansan y las agresiones contra ellos, nosotros tenemos que cultivar nuestra responsabilidad”.
Por lo que acogidos a la Madre de Dios, “hoy encomendamos a tanta gente que no tiene medicina, los que padecen por la falta de insumos de medicamentos contra el cáncer, para los que no tienen ni siquiera lo elemental para una alimentación sana, pedimos que ilumine a las autoridades para que encuentren la ruta adecuada en la dignificación de la persona, especialmente a los más vulnerables”.
Semana Santa
Minutos antes de iniciar la misa, el Obispo dio a conocer que dependiendo del Semáforo Epidemiológico se estará analizando si se puede celebrar las actividades de la Semana Santa de manera presencial hasta el porcentaje permitido, o si bien tendría que ser de
manera virtual.
Dijo que en el caso de que esté en color rojo, se invitará a la población para que siga las transmisiones en las plataformas digitales al resaltar que muchas parroquias cuentan con su
canal de comunicación.
Resaltó que como católicos, tiene como responsabilidad colaborar con el control de la pandemia por lo que “vamos a hacer la Semana Santa, como lo marque el semáforo epidemiológico, vamos a respetarlo y básicamente la cantidad de los que puedan estará de manera presencial lo estarán, si estamos en semáforo rojo se suspende presencial”.