Córdoba. El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, ya ha visitado en varias ocasiones Veracruz sin que hasta ahora haya habido cambios significativos en el Estado, especialmente en materia de seguridad. Todo lo contrario. Los secuestros, los asaltos con violencia, las ejecuciones y los crímenes del fuero común continúan al alza.
Se trata de la misma dinámica política de los últimos meses. Los funcionarios corruptos siguen caminando libres por las calles sin ser sancionados ni removidos de sus cargos, el endeudamiento del estado cada día es más grave y no hay obras importantes, ni mucho menos generación de empleo. La creciente inseguridad podría poner en riesgo el correcto funcionamiento de eventos multitudinarios como los próximos juegos Centroamericanos y del Caribe.
Ante este panorama y por enésima vez, Peña Nieto visitará el estado el próximo 21 de abril con motivo de la conmemoración del centenario de la Gesta Heroica del Puerto de Veracruz. La pregunta obligada es: ¿Habrá un cambio, ahora sí, para los veracruzanos?, ¿o el Gobierno del Estado, por el contrario, seguirá mintiendo y diciendo que aquí no pasa nada, que “vamos bien, para adelante”?.
Nosotros mismos hemos sufrido en carne propia el incendio de nuestra redacción y continuas amenazas sin ningún respaldo de las autoridades estatales ni federales.
Si Peña Nieto no quiere perder las próximas elecciones federales, tendrá que jalar la rienda al gobernador Javier Duarte, el cual se ha empeñado en dejar mal parado al presidente de la República. Prueba de ello es que ni en su propio distrito, Córdoba, lo hizo ganar en los dos últimos procesos electorales.
El Buen Tono
