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AMLO en el Senado: “me vine sin cartera”

Superiberia

Andrés Manuel López Obrador ya cambió su estrategia. El líder del Morena dejó la calle. No le funcionó. Su radicalismo asusta, achica las posibilidades de respaldo en la sociedad. Ya empezó a transitar por el camino de las instituciones. Las mismas que mandó “al diablo” aquel aciago 2006 en el que se autoproclamó presidente legítimo.

Antier estuvo en la Suprema Corte; ayer, en el Senado.

En la Cámara alta tuvo un encuentro de 30 minutos con el presidente de la Mesa Directiva, el priista Raúl Cervantes. Le entregó el “aviso de intención” para llevar a cabo una consulta popular alrededor de la siguiente pregunta: ¿Está de acuerdo o no en que se otorguen contratos y concesiones a particulares nacionales o extranjeros en materia del petróleo?

La consulta sería simultánea a las elecciones del primero de junio de 2015.

“Vamos a cumplir con el requisito de reunir más de dos millones de firmas de ciudadanos para que se haga esa pregunta en las elecciones del año próximo”, aseguró.

– Andrés le arrebató la bandera a Cárdenas. El ingeniero fue el primero en convocar la consulta popular para echar abajo la Reforma Energética. Lo hizo en el Monumento a la Revolución, mientras el Morena promovía movilizaciones callejeras con idéntico objetivo. La respuesta de la gente fue muy pobre. Eso obligó a los obradoristas a enmendar el camino.

El tabasqueño dejó claro que el proceso del PRD para llegar a la consulta es uno, y el de Morena otro.

Ya con El Peje arriba de su Jetta blanco, modelo viejo, le mandamos a César Yáñez, su vocero, un WhatsApp con la siguiente pregunta: “¿Cuauhtémoc y Andrés no pueden ir juntos en la consulta, en aras de ese objetivo superior de la izquierda que es dar marcha atrás en la Reforma Energética?”.

“Podrían”, replicó el eterno portavoz del tabasqueño. “Depende de que hablen y se pongan de acuerdo. AMLO dijo afuera del Senado: que cada quien haga su esfuerzo”.

– El Peje utilizó un tono al llegar y otro al salir. “Me vine sin cartera”, ironizó en declaraciones hechas en la banqueta, antes de ingresar en la Cámara alta.

En esa primera entrevista, calificó de “empleados de Salinas y de Peña Nieto” a los senadores . No hizo distinciones, a pesar de que lo flanqueaban los petistas Manuel Barltett y Ana Guevara.

“En este lugar se han cometido los más graves agravios al pueblo”, agregó el tabasqueño, en referencia a la aprobación de las llamadas reformas estructurales.

En el comité de recepción andaba el senador del PRD, Mario Delgado, muy cercano a Marcelo Ebrard. Completaban el comité Alejandro Encinas, David Monreal, Layda Sansores, Fernando Mayans, Marco Antonio Blásquez y los dos petistas mencionados .

El aviso que dejó en la presidencia de la Mesa Directiva iba firmado por el dirigente nacional del Morena, Martí Batres Guadarrama, y los intelectuales Elena Poniatowska, que no se le despegó a la salida, Javier Jiménez Espriú y Claudia Sheinbaum Pardo, además del tabasqueño.

A López Obrador le cayó bien Raúl Cervantes. Por lo menos es lo que reflejó en sus declaraciones de salida. “Se portó bien. Es su papel. Pero no todos los funcionarios actúan así. Tengo que agradecer que nos recibe y que está cumpliendo con lo que establece la Ley Reglamentaria.

“Confío en las instituciones, pero no en los que están a cargo”, sintetizó.

– Fue un buen discurso el de François Hollande. De esos que se escuchan poco. Senadores de todos los partidos lo aplaudieron de pie. Desde el petista Manuel Bartlett hasta el panista Jorge Luis Preciado.

El presidente francés los conquistó con un mensaje, su sencillez, su mano tendida, su buen humor.

Nada que ver con el triste episodio de Nicolas Sarkozy, que bien podría apodarse Sarko el Soberbio, quien habló en 2009 desde la tribuna del Senado mexicano, pero para los franceses.

Eran los momentos en que el caso Florence Cassez hacía rechinar la relación franco-mexicana.

El socialista Hollande, sin referirse expresamente al affaire Cassez, reconoció los momentos complicados por los que atravesó la relación. “No voy regresar (al tema Cassez)”, dijo.

Prefirió hacer énfasis en esta “nueva etapa” de cooperación en todos los ámbitos: comercial, político, económico, cultural.

Otro caso particular, el de Maude Versini, gravitó en la visita.

Supimos que la senadora del PAN Mariana Gómez del Campo le entregó un escrito a Hollande, firmado por 30 legisladores, en el que se le pide interceder en el caso de la exesposa de Arturo Montiel.

Maude no puede ver a sus hijos desde hace 848 días por las influencias del otrora gobernador mexiquense.

Hollande tuvo otro gesto con los mexicanos. Citó a Víctor Hugo para pronunciarse en contra de las ejecuciones de reos en Estados Unidos. “La pena de muerte es signo peculiar de la barbarie”, dijo, en su tiempo, el gran escritor francés.

El mandatario francés pidió luchar juntos en favor de la abolición de la pena de muerte en toda América “y digo bien, en toda América”, recalcó.

Según la embajada de Francia en México, ya son 80 los estados que forman parte del protocolo facultativo que se vincula con el Pacto internacional relativo a los derechos civiles y políticos encaminados a abolir la pena de muerte.

– Aurelio Nuño, candidato del PRI a jefe de Gobierno del DF. ¿Le suena? El jefe de la Oficina de la Presidencia es el encargado de negociar la reforma política del Distrito Federal. La instrucción la dio el mismísimo presidente Peña. No puso allí a María de los Ángeles Moreno, jefa de la bancada en la Asamblea, ni mucho menos al rostizado de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, hasta hace poco presidente del PRI-DF.

Hay quien ya ve a Aurelio en la coordinación del grupo parlamentario del tricolor en la ALDF el año próximo. Sería el paso previo para lanzarlo en 2015 a la conquista de la capital. La caída del Príncipe de la basura sería parte de la estrategia para posicionarlo.

“Con Cuauhtémoc Guitérrez en la presidencia del PRI, la Ciudad de México era irrecuperable”, nos dijo un agudo observador de la realidad capitalina.

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