México se alista para recibir la primera oleada migratoria de este 2021 con un reforzamiento de la seguridad fronteriza ante una nueva caravana de unos 6 mil migrantes centroamericanos que partieron el viernes por la noche de San Pedro Sula, Honduras, en busca de cruzar el país rumbo a Estados Unidos.
Desde el viernes, cientos de elementos de la Guardia Nacional, personal del Ejército y de la Secretaría de Marina Armada de México se sumaron a los 500 agentes migratorios que desplegó el Gobierno en el sur del país con el objetivo de vigilar la frontera y, eventualmente, detener la caravana.
Los efectivos de la Guardia Nacional se dirigieron en convoy y camiones al Puente Internacional Rodolfo Robles, principal ruta legal en el sur de México para los migrantes, mientras que otros grupos se dirigieron a la ribera del río Suchiate con equipos antimotines para hacer presencia y evitar que los migrantes intenten cruzar de manera ilegal a México.