Leímos con atención la reciente columna de la periodista Lydia Cacho, titulada “Burdel Revolucionario Institucional”, publicada en varios medios de comunicación nacionales. La articulista no es de nuestro agrado, pues perdió nuestra credibilidad cuando aceptaba invitaciones de Fidel Herrera y de Rosa Borunda de Herrera, asistiendo a sus eventos estatales llenos de mentiras y con un marcado fin proselitista, con el lema “En Veracruz, los niños no se tocan”, slogan que la propia Lydia Cacho apoyó. Durante la campaña gubernamental del 2010, la periodista vendió una edición completa de su libro “Los Demonios del Edén” al Gobierno de Veracruz, para utilizarlo como campaña negra en contra de personajes políticos, entre ellos, Miguel Ángel Yunes Linares. Miles de libros fueron regalados y auspiciados con dinero de los veracruzanos, con el fin de minimizar la intención del voto hacia el ex candidato panista y ayudar al triunfo de Javier Duarte de Ochoa.
Hoy, en su reciente columna nacional, cita datos reveladores y extraños, pues al que antes ayudó para que ganara la gubernatura de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, ahora lo involucra en la red de prostitución y trata de mujeres, como cliente asiduo de los servicios de Cuauhtémoc Gutiérrez de La Torre, dirigente local del PRI en el Distrito Federal, acusado de proxeneta y líder de este negocio de prostitutas y edecanes. No vamos a publicar toda la columna, pero cito textualmente el párrafo que nos interesa para darles contexto a ustedes, inteligentes lectores: “Justo por la crisis al interior del PRI, Moreira, el entonces presidente nacional de ese partido, nombró a Jesús Murillo Karam (actual Procurador General de la República), como delegado especial para que se lograra la renovación del Consejo Político del PRI capitalino. Lo cierto es que el actual procurador General, Murillo Karam, pidió a todos que se retiraran para dejar que llegara el hoy acusado de proxenetismo (Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre) a encabezar la sede del PRI. Por su parte, la poderosa Beatriz Paredes había firmado un pacto con Gutiérrez de la Torre, ella quería ser candidata y gobernar el Distrito Federal, para eso necesitaba los recursos y la alianza con el heredero de la fortuna basurera. Cuando varias priístas acudieron a Moreira para pedirle apoyo luego de las amenazas y actos de violencia física por parte del Junior de la basura, Moreira les dijo que no debían interferir. La realidad es que Gutiérrez había visitado a Moreira y le dijo ‘si no me cumples el acuerdo que hice con Beatriz Paredes se atienen a las consecuencias’. Las consecuencias eran que se supiera cuánto dinero de los reyes de la basura se había invertido en las elecciones del PRI. Murillo Karam le puso la alfombra roja al hoy acusado de convertir en burdel la sede de su partido. De allí que resulte claro que cuando, envalentonado en el noticiero de Aristegui, dice que hay que ir con las instancias legales, Cuauhtémoc Gutiérrez sabe perfectamente que las probabilidades de que sea perseguido legalmente por contratar mujeres para la prostitución forzada son prácticamente nulas; mucho menos, son las de que él y su entonces socia, Claudia Priscila Martínez, sean investigados por probable colusión en una red de trata de mujeres enmascarada como agencia de modelos y edecanes. Además, por si fuera poco, Cuauhtémoc lleva años colocando a estas mujeres, algunas sometidas a la prostitución forzada, en las mesas de gobernadores del PRI, entre ellos de Javier Duarte en Veracruz. Haberlo sacado del partido ‘mientras se le investiga’ es una buena movida del PRI, pero hará falta mucho más que eso para creerles. Lo cierto es que en México tenemos a nuestro Tony Soprano región 4, una mafia que hizo fortuna manejando basura, operando burdeles que ocultan trata de mujeres y amenazando de muerte a quien intente salir de sus redes de poder o derrumbar su imperio”. Pueden leer la columna completa en la liga: http://www.sinembargo.mx/opinion/03-04-2014/22880
Como hemos observado, la periodista involucra directamente al que dice gobernar a Veracruz en esta red de prostitución institucional, y tener lazos clientelares con Cuauhtémoc Gutiérrez, el hijo del “Rey de la Basura” en el DF. Este bochornoso escándalo había sido publicado seis años atrás, por el medio de comunicación Vanguardia, sin darle el interés adecuado… Tuvo que informarlo la periodista Carmen Aristegui para que todo México supiera, gracias a una reportera infiltrada, y desde las entrañas delincuenciales, la operatividad de ésta red de prostitución y trata de mujeres, algunas de ellas, forzadas y contra su voluntad. Algo que no debemos perder de vista es que esta mafia fue auspiciada, tolerada y protegida por el propio PRI nacional, desde tiempo atrás.
Y en Veracruz, la prostitución disfrazada se percibe en los cotos de poder estatales y la designación de mujeres con poco cerebro y enorme ambición personal, palpable en administraciones sexenales. Aceptan denigrarse y perder el amor propio con tal de escalar puestos de poder político y económico… Y aunque no lo crea, inteligente lector, algunos funcionarios de ésta administración duartista, y de la anterior fidelista, prestan a sus esposas o hijas para acompañar al “Jefe” en encuentros privados, como muestra de obediencia, reciprocidad e incondicionalidad. Y hasta la famosa actividad del sexo “swinger” prolifera entre los grupos de poder estatal y nacional.
Lo interesante de esto es el extraño silencio de la Coordinación de In-Comunicación Social del Estado y su titular, Alberto Silva Ramos, quienes no han tratado de desmentir a la columnista nacional, pues creen que ésta información pasará desapercibida para los veracruzanos, cuando en las redes sociales, se está compartiendo “como pan caliente”.
Y por otro lado, el empleado de los veracruzanos, Javier Duarte, sigue en su planeta “Duartelandia”. Y esto lo aseguramos por sus recientes declaraciones sobre el Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial que realizó el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), por encargo de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Lo expresado por el que dice gobernar a Veracruz es inaudito: “Combatimos el problema… Veracruz es el estado con menos aviadores y comisionados”, tratando de defenderse ante el eminente escándalo que lo involucra, pues las cifras son escalofriantes: el INEGI reporta más de 10 mil aviadores en ésta entidad federativa, cuando en el ámbito nacional, se detectaron 39 mil aviadores, según el secretario de Educación, Emilio Chuayffet, en la presentación del CEMABE. Además, son 8 mil 360 personas, entre jubilados y fallecidos, que continúan cobrando un sueldo de maestro, sin dar clases en Veracruz.
De un total de 140 mil 961 personas censadas, entre maestros, directores, instructores comunitarios, conserjes, supervisores, entre otros, 2 mil 126 personas no están trabajando en el centro educativo por no tener cargo específico, y no son conocidos en el lugar al que están adscritos. Da tristeza conocer cifras de mil 65 plazas que no son utilizadas, entre 456 de docentes y 48 de directores. También, mil 530 personas se negaron a dar cualquier tipo de información, en puestos específicos.
Lo que ya se vislumbraba estalló por fin: la cloaca en el manejo de plazas a mucho personal sin el perfil para el cargo, y peor, otorgadas a cuates, parientes, amigos, compadres, periodistas y hasta políticos… Con este estudio estadístico, se comprobó lo que todos ya sabíamos: el tráfico de plazas magisteriales y el control de sueldos por sindicatos de maestros que mostraban su músculo político con el despido u otorgamiento a sus agremiados. La Reforma Educativa quizá sí afecta los derechos laborales de los docentes, pero también le quita poder político y presupuestal a líderes magisteriales, quienes como ladronzuelos sindicales, se habían aprovechado de sus agremiados por muchos años, teniendo el secreto mejor guardado sobre sus listas de aviadores, docentes, comisionados y personal administrativo… Se termina por fin, y en gran parte, el otorgamiento de plazas a quienes no las merecen.
Notita Américo: la administración de Miguel Ángel Yunes Márquez ha dado un paso adelante y decidido tomar “al toro por los cuernos”, pidiendo jurídicamente el regreso de Tránsito Municipal a Boca del Río. No estamos de acuerdo con el recién nombrado director de ésta dependencia municipal, Jaime “El Loco” Telléz Marié, por ser eso, un loco… Lo bueno es que, en caso de no servir, el Alcalde de Boca de Río puede buscar a funcionarios municipales con mejor reputación y experiencia. Y esto lo sacamos a colación, pues el alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez podría atraer a ésta dependencia para la capital del estado. Es un caos el tránsito en las principales avenidas y calles, sin olvidar el enorme estacionamiento habilitado todos los días, alrededor de Palacio de Gobierno, por vehículos oficiales estacionados, con guaruras disfrutando del aire acondicionado por varias horas. Esto desquicia la capital, sin mencionar el negocio de las grúas recogiendo automóviles, pues se ha puesto de moda que una sola remolque hasta dos vehículos, y uno de esos coches se va arrastrando por la activación del freno de mano, dejando la marca de los neumáticos en su trayectoria, sin que nadie les diga nada… Lo malo es que el Presidente municipal es un obediente funcionario a quien le ordenan todo, y él atiende de manera rápida. Si no me creen, observen a su equipo de colaboradores, entre directores y funcionarios municipales. Muchos de ellos asumieron el cargo gracias a sus padrinos, quienes presionaron a “Ameriquito” para que los integrara al Ayuntamiento de Xalapa, sin objetar y nula negación. Por eso, nuestro pensamiento es utópico, y sí verdadero, en la petición de que regrese Tránsito a Xalapa, pero a Américo no le gustan las complicaciones y prefiere que se encargue del tema Tránsito Estatal, y mientras, el Alcalde continúa “nadando de a muertito”.
